Dos líneas de colectivos podrían modificar su recorrido para siempre en la Ciudad de Buenos Aires: los detalles del proyecto

Con un crecimiento urbano acelerado y demandas crecientes de conectividad, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impulsó un proyecto que podría cambiar para siempre el recorrido de dos históricas líneas de colectivos.
Se trata de las líneas 61 y la 62, que sumarían nuevas paradas estratégicas en Puerto Madero, uno de los barrios más modernos pero con escasa cobertura de transporte público.

Mayor accesibilidad en los colectivos de la Ciudad de Buenos Aires
La propuesta, presentada oficialmente en el Foro de Participación Ciudadana, busca ampliar los trayectos actuales de ambas líneas con el objetivo de integrarlas a sectores clave del centro porteño.
De concretarse, las 61 y 62 pasarían a conectar de forma directa Puerto Madero con Retiro, Constitución, Once y la zona del Bajo, permitiendo a miles de personas un acceso más eficiente a distintos puntos de la ciudad.
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Actualmente, solo cinco líneas de colectivos recorren Puerto Madero: la 2, 4, 8, 20 y 130. Esto genera complicaciones tanto para los residentes como para quienes trabajan o transitan habitualmente por este barrio, que tuvo un fuerte crecimiento demográfico y comercial en los últimos años.

Además, el proyecto contempla ramales alternativos y tramos segmentados que permitirían llegar a zonas como el Barrio Rodrigo Bueno, una urbanización en pleno desarrollo que presenta grandes desafíos en materia de movilidad. La falta de transporte directo hacia el resto de la ciudad ha sido una preocupación recurrente entre sus habitantes, y esta iniciativa busca dar respuesta a esa necesidad.
Durante un plazo de quince días, los vecinos podrán presentar comentarios, observaciones y sugerencias a través del Foro de Participación Ciudadana. El resultado de esa instancia será clave para definir la viabilidad y la implementación de los cambios propuestos.
La modificación del recorrido de las líneas 61 y 62 no solo representa una mejora logística, sino que también apunta a democratizar el acceso al transporte público en una de las zonas más desiguales en cuanto a conectividad dentro del mapa porteño.
Si la propuesta avanza, los cambios se aplicarían en los próximos meses, marcando un hito en la historia del transporte colectivo en Buenos Aires.