Boca ganó por 2 a 1, pero no jugó para nada bien

Ganó el partido pero se va con un sabor amargo por haber jugado mal durante gran parte del encuentro. Los goles del equipo de Basile los anotaron dos defensores. Primero Krupoviesa de tiro libre, y después el "Cata" Diáz de cabeza. El descuento lo anotó el ex River, Ariel Garcé.

Por Canal26

Sábado 12 de Agosto de 2006 - 00:00

Boca Juniors, último campeón del fútbol local, se impuso esta noche a Rosario Central por 2-1, en partido correspondiente a la segunda fecha del Torneo Apertura de primera división, jugado en el estadio Gigante de Arroyito. Con este resultado, el equipo dirigido por Alfio Basile reúne 6 unidades en dos presentaciones, al igual que San Lorenzo, que derrotó con amplitud por 5-0 a Colón de Santa Fe.

El conjunto xeneize no lució en el juego pero mostró un oficio determinante para quedarse con la victoria, ante un rival que sintió la ausencia del boliviano Ronald Raldes (lesionado) y la de Cristian 'Kili' González (suspendido).

Después de un primer período en el que pasó muy poco, el once de la Ribera se puso en ventaja a los 15m. de la segunda mitad, por mediación de un tiro libre ejecutado por Juan Krupoviesa, que se desvió en la barrera y confundió al arquero local, Cristian Alvarez.

Tras la ventaja obtenida, Boca Juniors empezó a manejar la situación, a partir de la solvencia exhibida por el arquero paraguayo Aldo Bobadilla, la eficiencia expuesta por el catamarqueño Daniel Díaz y el criterio en la distribución por el volante Fernando Gago.

Sobre los 39m., el elenco de Basile amplió las cifras con otra jugada de pelota parada: Díaz, otrora figura del 'canalla', llegó con lo justo para puntear un centro-tiro libre de Krupoviesa y puso el segundo tanto.

Cuatro minutos más tarde, Central halló el descuento por intermedio de otra maniobra de balón detenido. Un cabezazo de Ariel Garcé le puso mayor decoro y justicia a la pizarra final.

Boca ganó con justicia, sobre todo, por lo hecho durante la segunda parte. Porque en la primera, ambos conjuntos se repartieron el dominio, en el marco de un desarrollo por demás equilibrado.