Boom del oro: venta aumentó 30%

El oro vive su mejor momento y sube cuando todos los mercados están en alza porque los esfuerzos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE) significan una enorme emisión de dólares y euros que prometen inflación a futuro.

La suba del metal se dio ante la compra de oro por parte de los bancos centrales de India y China, que tienen la mayor parte de sus sus ahorros en oro.

Según los expertos, en los últimos seis años se duplicó el dinero circulante en el mundo y la producción de oro aumentó apenas el 16%. Comprar oro el primer día hábil de este siglo significaría ganar 400% en dólares. Las últimas cifran afirman que la onza cotiza a u$s 1.370 y los pronósticos la ubican a fines de 2011 entre u$s 1.450 y u$s 1.500.

Desde el banco Supervielle, aseguraron a un matutino que “desde la caída de Lehman Brothers, no sólo aumentó la venta de oro, sino la forma. Hoy la gente quiere el oro físico. Desea tener el lingote o la moneda en su caja de seguridad o guardado en algún lado. Antes se compraban certificados de oro, pero con la crisis de los bancos muchos vieron que no era seguro porque si caía la entidad, podían perder sus certificados”.

Los bancos minoristas que tienen muchas sucursales se concentran en la venta de lingotes y de algunas monedas de oro.

Mientras que desde el banco Piano se informa que hay “falsificaciones” en el cuño del oro mexicano “pero aunque las monedas sean falsas tienen la misma cantidad de oro, lo que sucede es que pierden el 10% del valor por el tema numismático”.

El lingote de 100 gramos es lo más vendido y cuesta algo más de u$s 4.500 ante la incorporación de nuevos inversores. Hay quienes compran lingotes de una onza troy (31,1034 gramos) o de 5 y 10 gramos. Otros se llevan directamente la barra de un kilo.

Este año, por primera vez en la historia, la venta de metal para inversión superó a la de joyería en un 70% a un 30% y se produjo la inversa de lo sucedido hace dos años. Viene con certificación de bancos suizos y es de “buena entrega”, es decir de 9,999 de pureza (viene acompañado de un certificado y tiene una numeración que lo avala).

Para los interesados, se puede conseguir el oro físico o comprar certificados de oro del fondo SLE, al que hay que entrar con 5.000 dólares como mínimo.

Algunos bancos ofrecen un producto similar, que es el ETF, que tiene las mismas exigencias y características. El inversor tiene un certificado que acredita que tiene oro en alguna parte del mundo. Cuando lo quiere vender entrega el certificado y se lo pagan a la cotización del metal en el día. La ventaja de esta forma de operar es que tiene menos costos, por lo que el gasto de entrada y salida es el más bajo, pero el certificado no es tan seguro como guardar el oro en casa.

Para comprar oro se debe demostrar el origen de sus fondos. La diferencia entre el precio de compra y el de venta es de entre el 4% al 10%, de acuerdo con el monto de la operación, lo que desalienta a comprar oro por plazos cortos.

En el caso de las joyas, lo más caro es el diseño y al momento de venderlas se paga el peso de oro y los brillantes. O sea, no es negocio.