Crece la violencia por los puestos en La Salada

La guerra entre bandas por el control de los puestos de La Salada ya se cobró tres vidas y nadie cree que sean las últimas.

La muerte de José Zárate, conocido como “Lunchini”, desencadenó un feroz enfrentamiento entre facciones. Su bada, vinculada a la barra brava de Boca, controlaba el “Camino de la Ribera”.

Hasta 2012 los puestos en la Ribera estaban prohibidos. Sin embargo, cuando Gendarmería liberó el lugar el negocio, que incluye también combis truchas y "trapitos", comenzó a crecer a toda velocidad.

Durante 2014, Zárate afianzó su poder. Hasta que en octubre cayó preso por error. Al salir, fue a controlar uno de los boliches que tenía en Budge y descubrió que faltaba plata. Agarró su arma y echó a los tiros a su socio, que también manejaba puestos en los alrededores de La Salada. Los investigadores creen que ese episodio fue el inicio de una pelea que terminaría con "Lunchini" asesinado.

A su muerte, su hermano Pablo intentó ocupar su lugar. También fue asesinado. El vacío de poder generó más enfrentamientos y Luis Rodríguez también perdió la vida.

"Esto es Rosario, pero en silencio", resume una mujer que tuvo su puesto en la feria durante 17 años. Al igual que en la ciudad santafesina, en Ingeniero Budge todos esperan resignados tener que contar la próxima muerte.