Demoras en el juicio oral por el crimen de Diego Peralta

La Cámara Nacional de Casación Penal resolvió que sea la justicia provincial la que lleve a cabo el debate y no la federal, a la que le correspondía hasta la fecha. El joven fue secuestrado y arrojado muerto a una tosquera de Ezpeleta. Hay siete acusados.

El juicio oral a siete acusados por el secuestro y crimen del joven Diego Peralta, ocurrido en setiembre de 2002, sufrió hoy una nueva postergación a raíz de que la Cámara Nacional de Casación Penal resolvió que sea la justicia provincial la que lleve a cabo el debate y no la federal a la que le correspondía hasta hoy.

"Lo único que genera esto es otra demora. Queremos que se llegue a juicio lo antes posible y todo lo que hacen es demorar las cosas", dijo a Télam Emilse Peralta, la mamá del muchacho que fue asesinado a puñaladas en la espalda en una tosquera de Ezpeleta.

En tanto, el abogado de la familia de la víctima, José Ferrari, afirmó que analizará si apela esta decisión judicial ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

El Tribunal Oral Federal 1 de La Plata que había sido designado para el juicio oral por el hecho hizo lugar a un planteo formulado por la defensa de los imputados para que el caso no sea debatido en el fuero federal, por lo que se declaró incompetente en julio pasado.

Esto generó una apelación de la familia de Peralta ante Casación, y la sala II de ese cuerpo confirmó la decisión del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata y ordenó que el debate lo lleve a cabo un tribunal de Lomas de Zamora.

Ante la Casación Penal, la querella sostuvo que el caso es competencia del fuero federal porque, a su criterio, el ilícito que se investiga, "secuestro extorsivo en concurso con homicidio doblemente calificado por alevosía y ensañamiento para ocultar otro delito", afecta intereses nacionales.

La Sala II de la Cámara, en cambio, invocó fallos de la Corte Suprema de de la Nación según los cuales "si no surgen elementos que indiquen que el hecho a investigar haya puesto en peligro la seguridad del Estado" corresponde la intervención de la justicia provincial.

Los camaristas Wagner Mitchell, Juan Fégoli y Pedro David consideraron que "la conducta seguida por los imputados había tenido motivaciones vinculadas estrictamente a cuestiones particulares".

Para los camaristas "la trascendencia, conmoción e intranquilidad social que esta clase de delitos trae aparejado" no son suficientes para apartarse de los principios establecidos por la Corte para atribuir la competencia a la justicia ordinaria provincial.

Con esta nueva decisión, el debate oral se postergará debido a que el nuevo fuero deberá sortear un tribunal oral provincial que se encargue de hacer lo que hasta hoy le correspondía al Federal Uno de La Plata.

En la causa figuran como imputados José Pablo García, Marcelo Alejandro Cejas, Julio Rotela, Gisella Pistillo, Lauro Shimabukuro, Enrique Alberto Báez, David Esteban Pereyra y el remisero Fermín Amarilla.

Diego Alberto Peralta, de 17 años, fue secuestrado el 5 de julio de 2002 en El Jagüel, partido de Esteban Echeverría, cuando se dirigía en remís hacia el colegio.

Los captores pidieron 200 mil dólares de rescate, ya que, de acuerdo con una información errónea que tenían, creían que el padre de la víctima guardaba esa cifra en su casa.

Según la instrucción del caso, al tercer día de cautiverio la banda tomó la decisión de asesinar a Peralta por dos motivos: creían que Luis Peralta (padre del muchacho) no quería entregar sus ahorros y que Diego pudo haberles visto las caras en el momento de la captura.

Los secuestradores le aplicaron tres puñaladas en la espalda, luego lo degollaron con siete incisiones en el cuello y lo arrojaron a las aguas de una tosquera de Ezpeleta, donde fue encontrado el 12 de agosto de 2002.

Pese a que ya lo habían asesinado, la banda cobró el 20 de julio de ese año un rescate de 9.000 pesos y 2.000 dólares que Luis Peralta arrojó cerca de la cancha de Claypole.