Empleada infiel

Joya Williams se enfrenta a una pena de 10 años de prisión, aunque de momento no se ha fijado una fecha para decretar la sentencia. El jurado, formado por siete mujeres y cinco hombres, deliberó once horas y media durante tres días antes de hacer público su veredicto.

Williams fue despedida como secretaria del director de marca global de Coca-Cola en Atlanta después de que saliesen a la luz sus planes.

Williams mantiene que fue víctima del engaño de otros dos acusados que se declararon culpables en octubre, Ibrahim Dimson y Edmund Duhaney. La ex empleada de la multinacional declaró que, aunque copiaba de forma rutinaria documentos y los llevaba a casa, no formó parte del plan para robar y vender información confidencial de su antigua empresa.

Duhaney testificó que Williams, una amiga de la familia, inició la estratagema y facilitó documentos confidenciales y muestras de productos que planeaban vender a Pepsi por al menos 1,5 millones de dólares.

El juicio, que empezó la semana pasada, incluyó también el testimonio de un ex jefe de Williams en Coca-Cola, así como de un ex novio de la mujer y un agente del FBI, que formó parte de la operación encubierta que finalmente condujo al arresto de los tres acusados.

Los planes secretos salieron a la luz cuando PepsiCo facilitó en mayo de 2006 una copia de una carta a Coca-Cola de una persona que aseguraba ser un alto ejecutivo de esa compañía y que ofrecía muestras de productos y otra información confidencial, según aseguraron los fiscales del caso.