Gran Hermano Famosos: la Granata a la calle, Nino Dolce al desnudo

Sin sorpresas ni pesares, la ex de Robbie Williams fue expulsada con el 54,5 % de los votos. La despedida, fría y distante quedó en segundo plano. El histriónico que permanece acaparó las cámaras, tanto que lo reflejaron como Dios lo trajo al mundo. Vea la galería de fotos de un cocinero al horno y en llamas.

Por Canal26

Lunes 21 de Mayo de 2007 - 00:00

Si no se entendió qué méritos hizo la Granata para ser la primera en entrar a la Casa, mucho menos se comprendió que sintió al partir.

“Tengo mucha movilización de todo” comentó Amalia ni bien se enteró de la eyección. Un piquete en el alma, una marcha de protesta que va por dentro, un paro de emociones breve o por tiempo indeterminado, sólo la Granata lo sabe.

Mientras tanto se subía el telón del show de Nino.“Los quiero, los quiero a todos”, gritaba entre patético y ridículo. Tras conocer que al menos permanecerá una semana más se tiró a la pileta y comenzó a desplegar un número no apto para inteligentes.

“Nadie se murió, sigan jugando” sugirió la modelo cuya salida se veía relegada por Dolce. El juego de cámaras privilegiaba al que queda por sobre quien se va.

“Sí y no pero bien, pero relajada, pero todo bien” dijo Granata sin decir nada cuando Mariano Peluffo la inquirió acerca de sus sentimientos y si quería irse.

Mientras Amalia se deslizaba por la pasarela, el Granate, primer sobreviviente de las nominaciones montaba un número entre patético y estúpido por donde se lo mire. Desde el agua, agitó los brazos, quebró en llanto, enajenado mientras el Big Brother le pedía que se meta en la Casa.

El chef, en otros de sus arrebatos inentendibles, entró casi desnudo, evidenciando nalgas y mandado al baño por Mariana Otero para que no moje el piso.

Ya en el recinto, se arrodilló y clamó frases inconexas. La cuasi soledad en la que transcurrió su set evidencia el grado de rechazos y hastío que genera entre sus compañeros.

Políticamente correcto y evitando todo calificativo, Jorge Rial se limitó a comentar que “nunca vio una salida como esta” donde el que queda por caso Nino Dolce acapara más la atención que la expulsada.

Fría y distante, la partida de Granata se asemeja a la salida de Silvina Schefller de quien nadie lamentó su ida y menos su posterior ausencia.

Entre tanta gelidez por un lado y sinsentido por el otro, las normas del juego fueron violadas por un Nino que no iba a perderse la oportunidad de transgredir.

“2 a 0, 2 a 0, ganamos” vociferó el Granate en referencia al partido que su equipo, Lanús disputó ante Colón.

“Me mostraron dos dedos, los pibes” le confió a Pachu Peña, mientras se disculpaba porque no pudo averiguar cómo salió Newell´s. Mejor, porque si bien Colón ganó 3 a 0, quizá Peña recibía una alegría ficticia de haber bajado al Ciclón de Ramón Díaz.

Sobre el final vino lo mejor o lo peor. Todo es cuestión del ojo que lo mire.

La cámara siguió a un Nino más relajado, tanto que dejó caer el toallón y con él su intimidad, su anatomía.

Quizá algo más que lo que todos preservamos en público. El secreto o atributo que sostiene la relación con Valeria Degenaro y que Nino le tributa, se paseó en público hasta que ganó el pudor por gol del director de cámaras y pitazo final.

"Nino, acordate lo que te dije, rélax" le recomendó la modelo. Difícil cumpla.

Al final el Granate pudo más que la Granata. El buen gusto, bien gracias.