Informe especial: cárceles en Chaco

La alcaidía de Resistencia fue denunciada por los maltratos y abusos a los que son sometidos los presos. Fue centro clandestino de detención durante la última dictadura militar. Años más tarde, ya en democracia, el arzobispo del Chaco, Monseñor Carmelo Giaquinta, la calificó como "la casa del horror", luego de recorrer sus sucios y desvencijados pasillos. Ahora, pesan sobre las autoridades de la Alcaidía de Resistencia innumerables denuncias por hacinamiento, violaciones a los derechos humanos, y "condiciones indignas de vida"

“Acá nos roban todo y nospegan”, dijo uno de los reclusos a Canal 26. Las "celdas" no tienen rejas en sus accesos, y los mismos solamente están cubiertos por unas mantas o cortinas. Afirman

El Centro de Estudios Sociales Nelson Mandela luego de visitar las instalaciones de la cárcel es contundente. "El estado general es de verdadera ruina", advierte. "Salvo algunas manifestaciones forzadas de ciertos funcionarios que en la contingencia debieron reconocer que la Alcaldía no es un lugar que pueda ser habitado por los presos, la inmensa mayoría de los principales responsables se mantienen protegidos por un silencio que no puede ocultar el cinismo y la falta de escrúpulos de los administradores frente a la situación de extrema, continua y sistemática violación de los derechos humanos de los que permanecen privados de su libertad en la 'casa del horror'".

“Nos sacaron al patio, estaban ebrios. Nos hicieron una descarga de electricidad como con una linterna”, cuenta otro de los reclusos. Especialista consultado por Canal 26 afirma que por las condiciones del lugar, los presos salen con mayor grado de violencia y mayor capacidad de delinquir porque son escuelas de delito. “El que entra bueno sale malo y el que entra malo sale malísimo”, señala.