Innovación: ¿Cómo es la vacuna antigripal con tecnología de cultivo celular?

Será la primera vacuna en el país con esta novedosa tecnología, que es una alternativa más eficaz a la fabricación tradicional a base de huevos. Es cuadrivalente y estará disponible en las próximas semanas.

Por Canal26

Viernes 25 de Marzo de 2022 - 19:15

Vacuna antigripalVacuna antigripal.

Comenzó la vacunación contra la gripe en todo el país debido al adelanto de la circulación del virus de la influenza. En el ámbito privado, en algunos vacunatorios ya se estaban aplicando las vacunas desde hace unos días y este año habrá una novedad: la llegada en las próximas semanas a las farmacias de la primera vacuna contra la gripe que no se produjo con proteínas de huevo.

 

En la actualidad, hay dos tipos de vacunas disponibles contra la gripe: la trivalente y la tetravalente (o cuadrivalente). La primera cubre contra tres cepas de la influenza y es la que compró el Estado para aplicar a los grupos priorizados, esto es, mayores de 65, personal de salud, bebés de entre seis meses y dos años, embarazadas y personas con enfermedades de riesgo. La segunda brinda una cobertura mayor porque cubre cuatro cepas y estará disponible en el ámbito privado, también para esos grupos priorizados y para el resto de la población que quiera vacunarse. Según informó el laboratorio fabricante, Seqirus, su costo en farmacias será de $4.455,69 y se podrá conseguir en las próximas semanas.

 

“El virus de la gripe tiene cambios en su composición a medida que se va multiplicando y esto hace que el mismo mute con el tiempo, por eso en general cada año no se tienen los mismos tipos de influenza. Del virus A hay dos subtipos: H1N1 que produjo la pandemia en 2009 y H3N2, que es la cepa que está actualmente circulando en el país con más predominancia. Del virus B, no se llaman subtipos, sino que hablamos de linajes y desde el año 1985 sabemos que hay dos circulantes, Yamagata y Victoria, que a su vez sufren algunas mutaciones, aunque menos que los virus A”, explicó en diálogo con este medio el médico infectólogo Pablo Bonvehí, miembro de la Comisión de Vacunas de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

 

“Esta tecnología tiene la ventaja de que es más rápida y que uno puede tener mayor disponibilidad. En caso de una pandemia por influenza, puede escalarse o aumentarse más rápido la producción. Además, se ha visto en los últimos años que en algunas ocasiones, en algunas temporadas de influenza, el virus que necesitamos que se multiplique en los huevos embrionados tiene algunas mutaciones para poder adaptarse y reproducirse mejor. Entonces, el virus que se pone como candidato a veces no termina siendo estrictamente el mismo. Esas pequeñas diferencias pueden hacer que la vacuna sea un poco menos efectiva. Con la vacuna desarrollada en líneas celulares esto no ocurre”, precisó el doctor Bonvehí.

 

Todas las vacunas que se dieron hasta ahora en Argentina se producen en plataformas de huevos embrionados, una tecnología que se utiliza hace más de 80 años para fabricar tanto vacunas con virus inactivado como con virus atenuados. Los virus candidatos a la vacuna se inyectan en huevos de gallina fecundados, que se incuban por varios días para que el virus se replique y así se “fabrique” la vacuna. Pero esta temporada también estará disponible la primera vacuna tetravalente cultivada en células, que fue aprobada por la FDA estadounidense en 2016 y que la ANMAT autorizó para aplicar a partir de los seis meses de edad.

 

Pero, ¿cómo está hecha y qué ventajas tiene una vacuna que no se produce en huevos? Se replican en líneas celulares de mamíferos fácilmente disponibles, por ejemplo de riñones caninos. Y hay antecedentes de otras vacunas con esta plataforma, como las antirrábicas.

 

La vacuna, que lleva el nombre comercial Flucelvax, la produce el laboratorio de origen australiano Seqirus, el único que tiene por ahora esta tecnología en antigripales en el mundo. En Argentina también es proveedor del Estado de la vacuna trivalente, que fabrica localmente con Sinergium Biotech.

 

Si bien fue aprobada por la ANMAT durante el 2021 para su uso a partir de los seis meses de vida, ya es utilizada ampliamente en otros países. Es la única vacuna inactivada contra la influenza a base de células aprobada por la autoridad sanitaria de los Estados Unidos. También cuenta con aprobaciones de la autoridad sanitaria europea (EMA), Canadá y ha sido recomendada por el Comité de Vacunas e Inmunizaciones del Reino Unido. Más de 150 millones de dosis ya han sido distribuidas desde 2017.

 

Varios factores pueden alterar la efectividad de la vacuna antigripal, uno de ellos es la falta de coincidencia entre las cepas circulantes y las contenidas en la vacuna. El proceso de replicación del virus en huevo puede generar cambios que den lugar a estas diferencias o falta de coincidencia y, por consiguiente, tendría una implicancia directa en la respuesta inmunitaria del organismo. La tecnología de cultivo celular evita esta adaptación, lo que generaría una coincidencia más fiel entre las cepas contenidas en la vacuna y las cepas circulantes definidas cada año por la Organización Mundial de la Salud y por lo tanto permitiría mejorar la efectividad de las vacunas.

 

También puede ofrecer ventajas adicionales como las de una producción más rápida, flexible y a gran escala, una característica fundamental que permite hacer frente a cambios inesperados en la demanda, ya sea por una mutación de la cepa circulante o también en caso de una eventual pandemia.

 

De acuerdo a los datos obtenidos en un reciente estudio denominado “Análisis de costo-efectividad de la vacunación de influenza estacional producida en cultivo celular versus la vacuna producida en huevo en población infantil y adulta en Argentina” se concluye que “la vacuna tetravalente de influenza producida en cultivo celular (QIVc) sería costo-efectiva en comparación con la vacuna tetravalente contra la influenza producida en huevo (QIVe)”. Además, los especialistas a cargo de la investigación advierten que “los posibles beneficios para la salud y la disminución de los costos asociados serían aún mayores en aquellas temporadas de influenza, donde predominen problemas de mutaciones a causa de la adaptación al huevo”.

 

Para el estudio se utilizaron los datos de la carga de enfermedad en Argentina durante el período 2014-2019 (para determinar la incidencia promedio y la proporción de casos de influenza A y B, así como la frecuencia de discordancia del linaje de Influenza B). Los resultados indican que el uso de la nueva vacuna de cultivo celular (QIVc), en comparación con la tetravalente producida en huevo (QIVe), podría haber evitado 17.857 casos de influenza, 2.418 consultas, 316 hospitalizaciones y 12 muertes.

 

El virus de la influenza puede causar una enfermedad leve o grave. Cualquier persona puede contraerla y los problemas de salud pueden surgir a cualquier edad. Sin embargo, en personas con factores de riesgo, genera mayores posibilidades de enfermedad grave que incluso puede causar la muerte. Todas las personas a partir de los seis meses de vida en adelante deberían vacunarse contra la influenza cada temporada (salvo raras excepciones). El Comité Asesor sobre Prácticas de Vacunación (ACIP, por sus siglas en inglés) del Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) mantiene esta recomendación desde la temporada de influenza 2010-2011. La vacunación es especialmente importante para las personas con mayor riesgo.

 

Desde el año 2011, la vacuna antigripal forma parte del “Calendario Nacional de Vacunación” con el objetivo de “disminuir las complicaciones, hospitalizaciones, muertes y secuelas ocasionadas por el virus de influenza en la población de riesgo en Argentina”. Los grupos considerados de riesgo y población objetivo para el Ministerio de Salud de la Nación y que deben recibir la vacuna de forma obligatoria y gratuita en cualquier hospital o vacunatorio público son: personal de salud, personal estratégico, embarazadas (en cada embarazo y en cualquier trimestre de la gestación), puérperas (hasta el egreso de la maternidad con un máximo de 10 días si no recibió la vacuna durante el embarazo), niños y niñas de 6 a 24 meses de edad (si se inmunizan por primera vez deben recibir dos dosis, separadas por al menos cuatro semanas, luego ya pasan al esquema de una dosis anual), personas entre los 2 y 64 años con factores de riesgo (se requiere orden médica excepto obesos) y personas de 65 años en adelante.

 

La gripe anticipó su llegada varias semanas en la Argentina, que hoy registra “un aumento inusitado, muy importante en número y adelantado de los virus respiratorios, como la influenza, que tiene la misma vía de transmisión del coronavirus”, según explicó el Ministerio de Salud de la Nación. Según datos de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (ANLIS-Malbrán) se contabilizaron más de 370 afectados de influenza por semana, un promedio superior a lo habitual para el fin del verano.

 

“En este momento el impacto más importante es en pediatría, ya que hace dos años que no circula el virus de la gripe, y al no haber tenido contacto con el virus los niños y las niñas, son una población muy susceptible”, aseguró la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y agregó que “en la última temporada de influenza se reportaron 4.000 casos en todo el año y ahora en el primer trimestre ya tenemos 2.500 casos registrados”.

 

Fuente: Infobae.com