Italia no sólo es potencia en fútbol, también es la mejor en tenis femenino
La dupla italiana formada por Francesca Schiavone y Roberta Vinci derrotaba 3-6, 6-2, 2-0 a las belgas Henin-Hardenne y Kirsten Flipkens cuando la primera se retiró.
"No podía seguir", declaró Henin-Hardenne. "Fue como si una pelota hubiese estallado en la rodilla".
Schiavone, quien a sus 26 años aún no ha ganado un título en el tour de la WTA, se erigió como la figura del equipo italiano, con una victoria sobre Flipkens el sábado y el doble del domingo.
Mientras sus compañeras y cuerpo técnico se fundían en un abrazo con Schiavone, las belgas quedaron llorando.
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Incluso antes del partido de dobles, Henin-Hardenne había anticipado lo peor.
"No me queda otra que jugar", dijo al tanto de que su equipo no tenía posibilidades de ganar sin su presencia.
Fue la segunda final consecutiva que Henin-Hardenne abandona por problemas físicos este año. Le pasó lo mismo en el Abierto de Australia ante la francesa Amelie Mauresmo.
Schiavone señaló que Italia hubiese podido ganar con o sin Henin-Hardenne.
"Estábamos jugando mucho mejor", declaró Schiavone. "La victoria era inevitable".
"No era la forma como hubiésemos querido. Lo lamento porque Justine es una gran campeona", dijo el capitán italiano Corrado Barazzutti.
El capitán belga Carl Maes no buscó excusas ante la baja de Henin-Hardenne: "Ganó el mejor equipo...con las cuatro mejores", dijo Maest.
Bélgica echó de menos a Kim Clijsters, la cuarta en el ranking mundial. Su binomio con Henin-Hardenne convertía a Bélgica en amplia favorita.
