Le dieron perpetua al joven que asesinó a su novia y a sus suegros
El estudiante de abogacía José de Yebras Uñates fue condenado a prisión perpetua por los asesinatos de su novia y sus suegros, cometidos en 2006, en Santiago del Estero, informaron fuentes judiciales.
La Cámara del Crimen santiagueña consideró a De Uñates autor del delito de "homicidio triplemente calificado" en perjuicio del empresario Carlos Alberto Curi (76), su esposa Marcelina Bisagra de Curi (54) y la hija de ambos, Ana Carolina Curi (24).
Poco antes de conocerse la sentencia, De Yebra Uñates se declaró "inocente" e indicó: "Creo en Dios y en la justicia". Para Bittar de Papa, durante el proceso judicial "quedó acreditada" la autoría de De Yebra Uñates en el estrangulamiento de su novia, Ana Carolina Curi (24) y de las 30 cuchilladas que terminaron con la vida de su suegro, el empresario Carlos Alberto Curi (74) y de las heridas provocadas con la misma arma blanca a su suegra, Marcelina Vizgarra (74), que falleció días después.
En su alegato, la fiscal explicó que en la madrugada del 27 de marzo del año pasado, De Yebra abordó un remise de la empresa "Azul" en la que llegó a la lujosa casa del empresario Curi, ubicada a pocas cuadras de la plaza principal de la capital santiagueña.
Asimismo, indicó que minutos antes de producirse la masacre, la joven Ana Carolina le había comentado a su novio su intención de "cortar" la relación sentimental para viajar por razones de estudios y trabajo a la Capital Federal.
Luego de esa comunicación, el joven universitario decidió concurrir a la casa de su suegro, armándose de una pistola calibre 22 corto, donde asesinó a su novia y al padre de ella y dejó gravemente herida a la madre.
También, hizo referencia al relato de la empleada doméstica Beatriz Gerez, quien vio de perfil a De Yebra Uñates cuando acuchillaba al suegro y al testimonio de policías quienes
recordaron que al derribar la puerta en que se había encerrado el joven les gritó "mátenme...mátenme", tras haber intentado suicidarse con un viejo revólver, propiedad de su abuelo.
Para la querella "hubo una premeditación criminal, porque De Yebra Uñates fue armado a la casa de los Curi" y explicó que tras aplicarle a su novia un fuerte golpe en la cabeza con la culata del revólver "la ató de pies y manos para luego ahorcarla con una soga, que solían utilizar en juegos sexuales".
Poco antes de pedir una condena de 50 años, los abogados que representan a los familiares de las víctimas, explicaron que tras asesinar a su novia, De Yebra Uñates se dirigió a la cocina y tras armarse de un cuchillo, se dirigió al primer piso y atacó a sus suegros mientras dormían.
Por su parte, el abogado defensor del acusado, Diego Lindow, pidió la absolución de su cliente "por beneficio de la duda" o subsidiariamente una pena mínima, sobre la hipótesis de una tercera persona que nunca fue identificada en la escena de los asesinatos.
Asimismo, consideró que en el caso de la suegra del acusado, Marcelina Vizgarra, murió "a causa de una mala praxis en el hospital" y no a consecuencia de las 12 puñaladas que le aplicaron durante el ataque.
"De Yebra Uñates pidió a la policía que lo mate para terminar con su sufrimiento y no por cargo de conciencia, por lo que también resulta imposible que se haya disparado cuatro veces", añadió.
Finalmente y tras declararse "inocente", el estudiante de Derecho escuchó de pie y sin muestras de arrepentimiento la sentencia en su contra.