Los padres pueden elegir el sexo de su futuro hijo

En Estados Unidos un genetista implementa una técnica por la que, a cambio de una importante cantidad de dólares, las parejas pueden decidir si quieren tener un varón o una nena. Los embriones que no son del sexo deseado son guardados en un banco de óvulos fertilizados.

Por Canal26

Viernes 12 de Mayo de 2006 - 00:00

Especialistas en Estados Unidos pueden resolver la eterna duda o complacer el capricho de muchas parejas, dispuestas a desembolsar pequeñas fortunas para tener el controvertido privilegio de decidir el sexo de su bebé.

Con el argumento de querer las personas como la canadiense pueden pagar 19.000 dólares en clínicas estadounidenses para someterse a un proceso de selección sexual innovador, prohibido en casi todo el mundo por ética y por miedo a que pueda empeorar el desequilibrio entre varones y mujeres en países como China e India.

Para quienes creen en el proceso de concebir el bebé del sexo deseado, al que los médicos garantizan 99% de probabilidades, el diagnóstico de preimplantación genética, o PGD, es un verdadero don divino.

El equilibrio familiar es el motivo que alega la mayoría de las 2. 000 parejas que han acudido al experto en fertilidad Jeffrey Steinberg, quien desde hace unos tres años se ha convertido en pionero de la comercialización de la selección de género.

El proceso PGD nació de los tratamientos de fertilización in vitro, pero fue modificado hace apenas dos años, cuando Steinberg se convirtió en el primer especialista en Estados Unidos en usar el procedimiento para la selección de sexo.

Su objetivo original era el de detectar desórdenes de género genéticos, como la enfermedad de Tay-Sachs, mal hereditario fatal que afecta el sistema nervioso central.

Usando las técnicas conocidas tras el descubrimiento del genoma humano, el proceso supone retirar el óvulo de la madre después de haberse sometido al tratamiento de fertilización para multiplicarlo y fecundarlo con el esperma del padre en un laboratorio.
Tras determinar si el ADN del embrión es masculino o femenino, y sabiendo el deseo de la pareja, el embrión del sexo esperado se implanta en el útero de la futura madre, de lo contrario queda en un banco de óvulos fertilizados.

El resultado de este proceso es mucho más confiable que el viejo método de la separación de esperma. Sin embargo científicos bioéticos advierten que esta técnica podría agravar el desbalance de género en algunas comunidades.

Además podría marcar el comienzo del camino hacia el diseño de bebés y la clonación, si existen padres que pueden y quieren preseleccionar el color del pelo o los talentos personales que desean de su futuro hijo.