Museo Urbano

...en muros de edificios céntricos, en lo que se ha dado en llamar el Museo Urbano y cuya disposición conformará un circuito turístico, según se informó oficialmente.

El proyecto, que partió de un retrato de Antonio Berni "colgado" en el paredón exterior de un hotel, es coordinado por el artista y diseñador Dante Taparelli, asesor artístico de la secretaría municipal de Cultura.

El Museo Urbano "es el resultado de mirar en la fuente de las utopías", dijo el artista y diseñador Dante Taparelli, asesor de la Secretaría de Cultura y coordinador del proyecto.
Taparelli señaló que "las medianeras son un problema en arquitectura", por lo que la iniciativa no sólo resolvió esta cuestión sino que puso "a la vista de todos las increíbles obras" de los artistas rosarinos.

"El desarrollo de esta galería de arte a la vista tiene un costo cero para la Municipalidad" pues el esmalte sintético que se usa para plasmar los murales lo provee una fábrica de pinturas, expuso.
En tanto "la mano de obra la afronta la firma que actúa como 'sponsor' del cuadro -agregó-, ya que junto a la réplica se pinta el nombre de la empresa que lo patrocina".

Sobre la técnica aplicada, Taparelli explicó que "quienes pintan estos cuadros no son artistas plásticos" sino el grupo conocido como "Los pintores de Rosario", técnicos que se valen de cuadrículas que, sumadas, permiten completar la reproducción.
Para mantener en el tiempo la calidad de los murales está previsto un plan contractual con restauraciones cada dos años y medio.

Las gigantescas y coloridas obras de reconocidos rosarinos comenzaron a darle vida a las paredes de los grandes edificios, proyectando de ese modo futuros circuitos turísticos.

"Mi sueño es que toda la ciudad esté llena de cuadros, porque el arte no contamina, al contrario, el arte ilumina y educa", enfatizó Taparelli.
El punto de partida de estas galerías de arte a la vista fue el "Retrato" de Berni en la pared de un hotel ubicado en San Lorenzo y la bajada Sargento Cabral.

La idea germinó rápidamente y tras haber "colgado" el cuadro de Berni, a metros de allí comenzaron los trabajos para ubicar el segundo, "Bandoneón", de Julio Vanzo, que ya recrea el sector de Urquiza y Sargento Cabral.
Taparelli ejemplificó el impacto cultural del museo urbano con una anécdota protagonizada con un joven que cuidaba coches en la vía pública.

"Ese es un Vanzo", aseveró el trabajador informal en diálogo con un eventual cliente, quien sorprendido le preguntó cómo lo sabía, a lo que respondió: "Me lo dijo una señora y me quedó".
La extensión de este primer circuito se amplió con "Mitoformas" de Leonidas Gambartes, que ya reluce en la intersección de Urquiza y San Martín.
Taparelli dijo desconocer cuál será el límite de la cantidad de obras "porque el romance crece y crece" entre la población, el arte y los auspiciantes de la iniciativa.
"Mientras siga habiendo empresas dispuestas a invertir" en el auspicio de las obras y haya "consorcios dispuestos a embellecer sus edificios, pintaremos muchos más cuadros", indicó.

Juan Grela ya forma parte también de este museo urbano con su obra "El Moncholo", que muestra toda su riqueza pictórica en Corrientes y San Lorenzo, al que se le sumó "Retrato" de Berlinghieri, en Urquiza y Sarmiento.
La galería alcanzará a siete cuadros cuando terminen las tareas que van dando forma a "Cora", de Bertolé, en Santa Fe y Laprida, y a "La niña de la rosa", de Alfredo Guido, en Corrientes y Tucumán, ambas aún en proceso.

"Ya tenemos siete edificios más para continuar con el proyecto, y nos llama mucha gente interesada en sumar su medianera", destacó Taparelli.
Sin embargo, en esta primera etapa algunas "no pueden ser tenidas en cuenta -señaló- porque están a contramano de la dirección de la circulación vehicular".

El Museo Urbano, que tiene los derechos de los pintores rosarinos, recibió recientemente una comunicación de descendientes de Eduardo Sívori que permitirá sumar al proyecto más de cien obras de este artista.
La planificación de los circuitos turísticos contempla ubicar de cada pintor una obra a la cual el público no puede acceder porque no está en los museos.
"Hay seis mil cuadros para elegir, pero dudo de que haya seis mil medianeras" adecuadas para pintar en ellas los murales, concluyó el artista rosarino.