Natalia París, la colombiana de las curvas infartantes y las frases curiosas

Natalia París Gaviria estudió publicidad, aunque se hizo conocida en el mundo del modelaje gracias a, vaya paradoja, una publicidad de una pasta de dientes.

Hija de Carlos París y Lucía Gaviria, nació en Medellín y desde los 13 años heredó el gusto por la pasarela de su madre, quien se dedicaba a lo mismo.

Claro que nada le fue fácil, ya su padre falleció cuando ella era joven. Tras estudiar publicidad y querer dedicarse a la abogacía, se terminó por dar cuenta que lo suyo era el modelaje.

De novia con Guillermo Arango, quien dice que fue su único amor, estuvo a punto de casarse con él aunque terminó arrepintiéndose. Se distanciaron y ahora volvió a estar a su lado.

Repitió muchas veces que no le interesa “posar desnuda”, aunque cuando que tuvo que sacarse casi toda la ropa para un calendario, “lo hizo para aumentar las ventas”.

Le ofrecieron más de una vez ser actriz en su Colombia natal y también en el exterior, pero se negó al decir que “es modelo y punto”.

Fanática de los besos en el cuello, sostiene que su hombre debe ser cariñoso, compresivo y que la cuide y la mime mucho.

Entre las miles de curiosidades que presenta, reveló que por las noches en vez de una tanguita cómodo o un camisón de encaje, ella prefiere dormir con “un bóxer de hombre”…

Criticada por algunos ya que sostienen que tiene voz de niña mimada, tiene un decálogo de frases un tanto “particulares” en distintas entrevistas que concedió.

Por ejemplo, cuando la consultaron acerca de qué música le gustaba, ella contestó “la de los cd´s”; “¿Si creo que todas las mujeres bonitas son brutas? No, también hay feas que son brutas”.

Sin embargo, la respuesta que más llamó la atención fue la que dio cuando le preguntaron si alguna vez fumó marihuana: “Jamás lo hice porque da celulitis”, respondió.