Papa Francisco: "Quiero pastores con olor a oveja"

El Sumo Pontífice comenzó, este Jueves Santo, con la celebración de la tradicional Misa Crismal en la Basílica de San Pedro. Posteriormente, el Papa se trasladará hasta el Instituto Penal de Menores "Casal del Marmo" de Roma para celebrar la Misa de la Cena del Señor. Repase las palabras del Papa en el interior de la nota.

Por Canal26

Jueves 28 de Marzo de 2013 - 00:00

El papa Francisco se quejó de los sacerdotes "tristes" que terminan por ser "un intermediario" o un "gestor" y que "no se juegan la piel ni el corazón" y dijo que deberían ser "pastores con olor a ovejas".

En su homilía de la misa crismal del Jueves Santo, celebrada en la basílica de San Pedro, el argentino Jorge Bergoglio llamó a los religiosos a "salir de sí mismos", al hablar ante 1.600 representantes del clero, entre ellos varios cardenales y obispos.

"El sacerdote que sale poco de sí, que unge poco -no digo 'nada' porque nuestra gente nos roba la unción, gracias a Dios- se pierde lo mejor de nuestro pueblo, eso que es capaz de activar lo más hondo de su corazón presbiteral. El que no sale de sí, en vez de mediador, se va convirtiendo poco a poco en intermediario, en gestor", remarcó.

El papa Francisco, que celebra por primera vez los ritos de la Semana Santa desde el Vaticano, sostuvo que "todos conocemos la diferencia: el intermediario y el gestor 'ya tienen su paga', y puesto que no ponen en juego la propia piel ni el corazón, tampoco reciben un agradecimiento afectuoso que nace del corazón".

"De aquí proviene precisamente la insatisfacción de algunos, que terminan tristes y convertidos en una especie de coleccionistas de antigüedades o bien de novedades, en vez de ser pastores con 'olor a oveja', pastores en medio de su rebaño, y pescadores de hombres", sostuvo el Sumo Pontífice.

En su homilía, el Papa llamó a los sacerdotes a servir "a los "pobres", a "los cautivos" y a "los oprimidos" y llegar a "las periferias, donde el pueblo fiel está más expuesto a la invasión de los que quieren saquear su fe".

Posteriormente, el Sumo Pontífice celebrará una misa en la cárcel para menores Casal del Marmo de Roma durante la cual lavará los pies a algunos jóvenes detenidos, siguiendo una tradición que cumplía cuando era arzobispo de Buenos Aires.