Pearl Jam "Twenty": así es la perla cultivada que en días llega a los cines del país
Existen bandas de película. También películas de bandas. Y si de cintas se trata el director Cameron Crowe se inició con "Singles" y continuó más adelante con “Jerry Maguire” y “Casi famoso”. Pero le picó otra vez Seattle. Y el grunge que al fin y al cabo son casi lo mismo.
Y Pearl Jam. Y con ella, a partir de ella, optó por plasmar en la pantalla como sus integrantes fueron desandando el camino para precisamente "Cultivar la Perla". Y "Twenty" refulge cual perla.
Porque el documental de Crowe, cuya avant premiere a la prensa se proyectó este viernes 16 en Showcase de Belgrano, es dinámico, salvaje, intenso, dramático, nostálgico, áspero, épico. Tópicos en los que se condensan, se complementan y descansan en los 109 minutos que resumen los 20 años de carrera de Pearl Jam, un referente tan grunge como alternativo en la cultura rock del 90' hasta estos días.
En él, Crowe echa mano a las raíces. Y hunde sus uñas en los inicios de la piedra basal de la banda que volverá al país el 13 de noviembre próximo en el Estadio Unico de La Plata .
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Cual “el Utero” del insoslayable Nirvana, la matriz de la banda de Eddie Vedder prendió en los despojos de “Mother Love Bone”, grupo del bajista Jeff Ament y el guitarrista Stone Gossard que culmina con la muerte de su líder y voz Andy Wood , muerto de sobredosis y cuyo tributo parió a los primigenios “Temple of The Dog”.
De aquí al meteórico ascenso de una de las bandas precursoras de un género que tuvo al malogrado Kurt Cobain como su ícono más tortuoso y visible aún después de su suicidio, hubo tan solo un disco (“Ten”) que los catapultara y los complicara debido a lo inesperado de ese podio que,a fuerza de talento, presencia y actitud encontraron más rápido que lo que lo buscaron.
Y en "Twenty" se suceden los relatos, de parte de los músicos y ex de la banda, que van desnudando temores, asombros, anécdotas y vivencias que dieron tanto para la felicidad – el ascenso, los shows multitudinarios que un joven Vedder se encarga de mostrar en diapositivas por el inmortalizadas incrédulo aún del incipiente poder de convocatoria en el marco de un megafestival.
O el dolor imborrable tras la muerte de nueve fans en el Festival Roskilde 2000 al ceder una valla de contención que desatara la locura teñida de muerte. También la indignación que le produjo en pleno set el maltrato de los patovicas a un fan borracho y castigado sin piedad tras un mosh que lo puso detrás de las vallas y porque no contra las cuerdas.
Y el peligro al que Eddie se exponía en los recitales al treparse a los techos y por ende poner demasiado en riesgo su vida y la de la banda misma.
Grageas estas de un fresco frasco desbordante . Del que se me deben haber escapado detalles jugosos, anécdotas imperdibles, momentos cúlmines como las participaciones de los mismísimos Neil Young o nada mas ni nada menos que un tal Pete Townshend.
Hay que verlos, disfrutarlos, paladearlos, sacudirse, emocionarse, gozar, sufrir, reír y porque no llorar con ellos.
En un documental. Otra cinta de Cameron Crown. La película de una banda, que puede o pudo ser la banda de tu vida. O no. Pero sí, la vida de una banda frenética, épica, salvaje, sutil, plácida, que aún confunda con baladas de dientes apretados. Y que nos marcara hace 20 años y que nos dejó marcas tras “Twenty”.
Hubo que esperar demasiado para volver a verlos en vivo tras el descomunal show de Ferro 2005 que quienes no estuvimos jamás nos perdonaremos.
Tan imperdonable como perderse perderse en una butaca y no encontrarse con Pearl Jam en Twenty.
Porque ya sabemos, 20 años no es nada. Aunque en casos como este, con los Pearl Jam, afortunadamente, también demasiado.
(Texto para 26noticias, Sergio Corpacci. Fotos y trailer Groger Gutiérrez)