Prostitutas bolivianas se desnudarán en oposición al cierre de prostíbulos
Prostitutas bolivianas amenazaron con marchar desnudas en defensa de sus fuentes de trabajo luego de que las autoridades de El Alto -donde una turba de ciudadanos destruyó bares, prostíbulos y cantinas- decidieran cerrar más de mil de esos centros que funcionan ilegalmente.
Una dirigente de las meretrices, que se presenta como Lily, advirtió este jueves que ante el inminente cierre de los locales "marcharemos hasta La Paz desnudas", además de adoptar otras medidas de protesta como el desacato a los controles sanitarios periódicos a cargo del Ministerio de Salud.
"Quemaron nuestras pertenencias, nos dejaron en la calle, robaron nuestro dinero, nos golpearon, eso es tentativa de asesinato, y ahora nos privan de nuestra fuente de ingreso", reprochó Lily ante la televisión.
"Muchas chicas (prostitutas) viven en alojamientos (precarios) y por eso dejan su dinero y ropas en las habitaciones" de los prostíbulos que fueron saqueados por los vecinos durante tres días, denunció Lily.
Otra prostituta indígena no identificada fue golpeada el martes por la turba, que virtualmente la desnudó en la calle, mientras en medio del llanto lamentaba la pérdida de 300 bolivianos (unos 40 dólares) producto de una noche de trabajo.
En tres días de violencia, los vecinos de El Alto, ciudad de unos 800.000 habitantes, destruyeron 32 bares y 14 prostíbulos, quemando su mobiliario en hogueras levantadas en las calles, según declaró a la prensa el comandante de la unidad de Seguridad Ciudadana, Ronald Pérez.
A las manifestaciones, que se aplacaron totalmente este jueves, también concurrieron alumnos de ocho establecimientos educativos que exigieron el cierre de al menos 300 de esos centros de diversión que, según denuncias diversas, toleran a
menores de edad.
Dirigentes vecinales de El Alto acusaron a la alcaldía de esa ciudad de no hacer respetar el reglamento de bares, cantinas y prostíbulos que fija las distancias a las que deben ubicarse respecto de escuelas, iglesias y hospitales.
Unos 2.500 bares, cantinas y burdeles, de los cuales apenas 357 son legales, funcionan en al menos siete zonas de El Alto, según el encargado de la oficina de Defensa al Consumidor de la alcaldía de esa ciudad, Orlando Lafuente, citado por el diario La Razón.
Ante esta situación "desde el día de hoy se ha abierto un marco que ha aprobado el honorable Consejo (municipal de El Alto) y en ese marco jurídico vamos a seguir trabajando con la nueva ordenanza, sobre todo apuntado a los bares y cantinas
clandestinos", según el alcalde Fanor Nava.
La tremenda inseguridad ciudadana -con atracos diarios a escolares, ataques a amas de casa y hasta el asesinato de jóvenes ebrios- fueron las principales causas del desborde de la población que intentaron hacer justicia por mano propia, según enfurecidos vecinos que participaron de la represalia.
Después de los episodios de violencia, la policía envió este jueves efectivos a resguardar varios locales susceptibles de ser atacados, mientras los dirigentes civiles acordaron una tregua en tanto la alcaldía los clausure.
La cruzada en favor del respeto a la moral y las buenas costumbres comenzó a extenderse en Bolivia: vecinos del poblado turístico de Coroico, en el subtrópico de La Paz, anunciaron que evitarán que jóvenes y mochileros extranjeros beban y se droguen en bares y prostíbulos clandestinos del lugar.