Remisero asesinado: investigan si fue un "ajuste de cuentas"

El hombre de 53 años murió tras recibir un balazo en la nuca en la intersección de las calles Córdoba y Avellaneda de esa localidad bonaerense. Los investigadores descartaron la hipótesis de robo y buscan el motivo.

La víctima fue identificada como Carlos Pereyra (53), y su cadáver fue encontrado a las 3:15 de este lunes en la intersección de las calles Córdoba y Avellaneda, de la mencionada localidad del oeste del conurbano, luego de un llamado de un vecino al servicio 911.

Al llegar al lugar, personal de la seccional local y del hospital de Morón encontraron el cuerpo del chofer dentro del auto que manejaba para la agencia de remises, aunque con el torso recostado en la vereda.

Los médicos constataron una herida de bala en la nuca, mientras que los peritos observaron otros tres impactos en el rodado y otros dos en un comercio aledaño.

Si bien hay que esperar las pericias balísticas, los expertos de la Policía Científica adelantaron que a Pereyra le dispararon desde el exterior del auto y aparentemente con revólveres, ya que en el lugar no se encontraron vainas servidas.

Los pesquisas indicaron que de los cinco balazos hay tres calibres diferentes por lo que la hipótesis más firme es que fue emboscado por entre dos y tres personas armadas.

Los investigadores descartaron que se trate de un robo ya que dentro del rodado, un Renault Logan, se encontraron los 200 pesos que Pereyra tenía de la recaudación del día y otros elementos de valor.

El caso es investigado por el fiscal Fernando Capello, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Morón, quien según fuentes judiciales, maneja como principal hipótesis la de un ajuste de cuentas.

"Se descarta por completo algún hecho de inseguridad. A este hombre lo estaban esperando o lo convocaron al sitio del crimen para asesinarlo", dijo uno de los investigadores.

Los voceros informaron que la víctima era investigada hace meses en una causa relacionada con drogas, ya que su casa era observada como un posible sitio donde se comercializaban estupefacientes, en un expediente que es llevado por la fiscalía 5 de Morón.

Los investigadores determinaron que Pereyra fue asesinado cuando volvía de un viaje en el que había trasladado desde Morón hasta el barrio porteño de Flores a una pareja.

El fiscal Capello ya se entrevistó con los responsables de la remisería y chequeó que se trataba de pasajeros conocidos y de confianza y se contactó con la pareja y corroboró que el viaje se hizo sin problemas.

"Lo mataron cuando volvía de ese viaje. Estaba a diez cuadras de su casa y de la remisería", dijo un jefe policial.

Los pesquisas también revelaron que Pereyra tiene dos hijos presos, con lo que también se investiga si el posible móvil del crimen tiene relación con ellos.