Terminó el motín en Mendoza

Liberaron a los seis guardiacárceles que permanecían como rehenes tras acordarse el traslado de otros ocho reclusos al penal de San Felipe, en el centro de la ciudad. La protesta de los presos fue en el penal Almafuerte, en Campo Cacheuta, a unos 40 kilómetros de la capital provincial.

Por Canal26

Lunes 6 de Junio de 2011 - 00:00

Un grupo de presos que se amotinaron en un penal de máxima seguridad mendocina durante más de 22 horas finalmente liberaron hoy a los guardia cárceles que mantuvieron como rehenes, luego que las autoridades aceptaron algunas exigencias que reclamaron mediante un petitorio.

La protesta de los presos se desarrolló en el penal mendocino Almafuerte, en Campo Cacheuta, del departamento de Luján de Cuyo, a unos 40 kilómetros de la capital provincial.

Entre los pedidos que realizaron los reos figuró la de ser trasladados a otros establecimientos carcelarios de la misma provincia.

En ese sentido, las autoridades provinciales accedieron al reclamo de los amotinados en el penal y ocho presos alojados en el mismo serán trasladados al complejo penitenciario San Felipe, un lugar de reclusión de menor seguridad.

El director de Servicio Penitenciario de Mendoza, Sergio Sarmiento, indicó, acerca del petitorio presentado, que "la mayoría de los pedidos tienen que ver con la órbita judicial, que incumben al Juzgado de Ejecución Penal".

"Algunos temas (del petitorio) son muy de fondo y complejos, y otros más atendibles y solucionables", añadió en declaraciones publicadas por el portal del diario Uno de esta ciudad.

Sarmiento señaló además que no hay indicios que den veracidad a las versiones sobre una muerte en el penal y de que los reos se encuentren provistos de armas de fuego.

En el lugar, en el que se hicieron presentes autoridades provinciales y una jueza -ante el reclamo de los reclusos amotinados-, las negociaciones permanecieron estancadas durante toda la noche, pero se reiniciaron alrededor de las 7:30 de la mañana.

La interrupción de anoche se produjo luego que los amotinados consiguieran respuesta a sus primeras exigencias y no liberaran a ningún rehén, tal cual se habían comprometido, según se supo.

Al lugar concurrió la jueza de Ejecución Penal María Inés Vargas de Romero, como así también el ministro de Seguridad mendocino, Carlos Aranda, y el fiscal Daniel Carniello.

El motín se originó en el pabellón número 5, donde están alojados unos 50 reos. Se indicó que uno de los cabecillas del incidente sería Marcelo "El gato" Araya, un conocido delincuente vinculado al narcotráfico, y enemigo de Daniel "El rengo" Aguilera, ex jefe de la barra brava del club Godoy Cruz.