Tiroteo en San Martín dejó un policía muerto y otro herido

Cuatro sujetos fuertemente armados robaron una camioneta y tras una intensa persecución fueron interceptados por un patrullero. En el enfrentamiento los malvivientes asesinaron a un efectivo e hirieron a otro. Uno de los delincuentes logró escapar por la noche luego de refugiarse en una casa de la zona y mantener como rehen al dueño de la misma. Sólo hay un detenido. Vea en video la nota.

Por Canal26

Viernes 13 de Enero de 2006 - 00:00

 

Un policía bonaerense fue asesinado de dos balazos y otro resultó herido al tirotearse en el partido de San Martín con una banda armada con fusiles, pistolas y un lanzagranadas que había asaltado y capturado a un automovilista en Carapachay, partido de Vicente López.

A pesar de un cinematográfico despliegue policial, que incluyó minuciosas requisas en casas de la zona, uno de los delincuentes consiguió refugiarse en una casa que se encontraba momentáneamente deshabitada y cuando el dueño entró lo amenazó y lo maniató.

Pasadas las 19, y cuando había de finalizado el operativo policial, el delincuente escapó tranquilamente tras dejar atado al propietario de la vivienda situada en la intersección de las calles Joaquín V. González y Córdoba donde se mantuvo escondido.

El subsecretario de Seguridad bonarense, Martín Arias Duval, informó que tras el tiroteo había muerto un delincuente, otro estaba herido y un tercero detenido, no obstante fuentes judiciales precisaron a Télam que sólo se había registrado una detención y que en la causa no constaban civiles fallecidos ni heridos.

El episodio se inició a las 11.15 cuando dos delincuentes armados abordaron al abogado que se encontraba en su camioneta Ssang Yong Musso bordó, en el cruce de Ascasubi y Carlos Calvo, de Carapachay.

Según la víctima del robo, un abogado identificado como Oscar Alberto Castro Roberts, los delincuentes que lo abordaron le dijeron que no querían nada de él, ni siquiera su vehículo, sino que sólo pretendían escapar de la policía que los perseguía.

Los asaltantes armados amenazaron al letrado y se lo llevaron cautivo unos 200 metros, donde detuvieron la marcha para que se subiera a la camioneta un tercer delincuente que lo obligó a pasarse al asiento trasero y tirarse al piso. Esos delincuentes iban apoyados por otros que se trasladaban en un Fiat Duna color oscuro, explicaron fuentes policiales y judiciales.

"Ellos me decían que conmigo no querían nada, lo único que les interesaba era irse del lugar...ellos venían fugando, de haber perpetrado algún hecho, lo único que les interesaba era cambiar de auto", explicó el abogado.

Castro Roberts contó que unos 10 minutos más tarde fue obligado a bajarse del auto mientras que los asaltantes continuaron con la huida, perseguidos por varios patrulleros policiales.

Fuentes judiciales informaron que la banda disparó varias veces contra la patrulla y que incluso en el camino arrojó una granada contra los policías.

La persecución se extendió hasta Villa Ballester, donde en el cruce de las calles Córdoba y Paraná, cerca de la villa Las Ranas, de Villa Ballester, la camioneta fue interceptada por varias patrullas.

Finalmente, en Paraná y Marengo, los tripulantes de la camioneta bajaron corriendo a los tiros, mientras que el Fiat Duna con los cómplices se retiró del lugar. Allí se produjo un nuevo tiroteo con los delincuentes -aparentemente cuatro- y los policías que los perseguían, explicó Agustín Mozzo, vocero de la fiscalía de San Martín.

En ese enfrentamiento, en el que los asaltantes emplearon un fusil M16 y pistolas, al tiempo que cubrían sus cuerpos con chalecos antibalas, fueron heridos el oficial Gustavo Adrián Farías, de 36 años, y el teniente Domingo Quintana, de 55, quienes fueron trasladados al hospital Belgrano, de San Martín. Farías murió allí debido a las lesiones de bala que había sufrido, mientras que su compañero fue trasladado al hospital Churruca.

Si bien en un inicio voceros policiales informaron que Quintana había sufrido muerte cerebral, luego aclararon que se repone favorablemente de las lesiones sufridas. Farías era casado y padre de cinco hijos de entre 2 y 13 años y trabajaba en la seccional octava de Villa Concepción junto a Quintana.

Tras el enfrentamiento, decenas de policías del área de Seguridad e Investigaciones de la fuerza bonaerense llegaron al lugar y, con apoyo de helicópteros, montaron un operativo que incluyó inspecciones en techos de viviendas e irrupciones en algunos domicilios.

En ese marco, explicó el vocero de la fiscalía de San Martín, fue detenido un sospechoso que se había escondido en el lavadero de una vivienda. El detenido fue identificado como Ariel Osvaldo Mollar, de 28 años y domiciliado en José León Suárez, en cuyo poder se secuestró una pistola calibre 9 milímetros, denunciada como robada el 6 de octubre de 2003 en Hurlingham. También se encontró en poder del apresado un chaleco antibala, 1800 pesos y un guante.

En tanto, a metros de la camioneta robada los pesquisas encontraron un bolso, un lanzagranadas de fabricación norteamericana, un fusil M16 y una pistola calibre nueve milímetros y un cargador, detallaron los voceros.

Los pesquisas creen que uno de los asaltantes está herido, ya que se encontraron manchas de sangre en la camioneta, agregaron las fuentes. Esta tarde, la policía continuaba trabajando en la zona en busca de los delincuentes prófugos.

La pesquisa incluía una minuciosa inspección de los trenes del ramal Mitre que cubren el trayecto Retiro-José León Suárez ante la posibilidad de que estuvieran a bordo algunos de los delincuentes, dada la proximidad entre el lugar del tiroteo y la estación Malaver del ferrocarril.

Los operativos se desplegaban en todas las estaciones en las que paran los trenes que cubren ese trayecto, especialmente a la altura de la estación Malaver, a poca distancia de donde se produjo el tiroteo.

Además, se desplegaron numerosos retenes policiales en la zona cuyos efectivos obligaban a los ocupantes de los vehículos, sobre todo con vidrios polarizados, a bajarse para confirmar que no eran llevados de rehenes por alguno de los prófugos. (Télam).-