En el punto más álgido del enfrentamiento entre Buenos Aires y la Confederación Argentina se libró una de las batallas cuyo desenlace aún sigue generando interrogantes. Las tropas de Justo José de Urquiza y Bartolomé Mitre se vieron las caras en el sur del Santa Fe con consecuencias que cambiaron para siempre el rumbo de la historia nacional.
Batalla de Pavón.
El 17 de septiembre de 1861 se libró al sur de Santa Fe, cerca de la estancia de Domingo Palacios ubicada a 1500m de la orilla sur del arroyo Pavón, la Batalla de Pavón cuyo resultado sería trascendental para el rumbo de la historia argentina en la última parte del siglo XIX. Las fuerzas de Buenos Aires y las de la Confederación Argentina volvían a verse las caras con el único objetivo de imponer su idea de país: la hegemonía de los porteños por un lado y la búsqueda de la autonomía de las provincias. El desenlace aún sigue sin responder interrogantes hasta el día de hoy.
Para entender el contexto político que se desarrollaba en aquella Argentina, por aquel entonces el Estado de Buenos Aires estaba separado de la llamada Confederación Argentina constituida por el resto de las provincias y ambos sectores libraban una feroz guerra civil que tenía períodos de intermitencia sin poder llegar a una solución.
Guardia Nacional.
A mediados de 1860 Justo José de Urquiza finalizó su período presidencial en la Confederación Argentina, siendo sucedido por Santiago Derqui. Casi de manera simultáneo en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires era electo gobernador Bartolomé Mitre, comandante en jefe del ejército porteño y quien había derrotada a Urquiza en la Batalla de Cepeda de 1859.
Durante la presidencia de Urquiza las provincias con gobernadores unitarios habían decidido mantener la unidad, pero no fue así con Derqui. Una de las situaciones más graves se dio en San Juan donde el gobernador José Antonio Virasoro fue derrocado y asesinado en una rebelión apoyada por políticos porteños. La provincia fue intervenida, pero fracasó y Buenos Aires culpó al presidente de la Confederación de los incidentes.
Placa que recuerda el sitio donde se libró la batalla.
El interior tenía un solo objetivo y era que Buenos Aires se uniera de una vez a la Confederación y para ello decidió que se haga las elecciones de diputados provinciales ante el Congreso Nacional. Pero la misma fue realizada por la ley electoral porteña y Derqui debió decretar nuevas elecciones que la Provincia negó ya que aludían que el Pacto de San José de Flores había caducado. Buenos Aires fue declarada en sedición.
Ante estos graves hechos Derqui encomendó a Urquiza, por ese entonces gobernador de Entre Ríos, la jefatura de las fuerzas nacionales con el objetivo de que Buenos Aires "recapacite". En simultáneo, Mitre se ponía al frente del ejército de la Provincia y pese a los intentos de mediación el conflicto armado entre ambas fuerzas fue inevitable. El ejército de la Confederación estaba compuesto por 17.000 hombres y el mitrista por 22.000, Derqui llegó a Rosario para dejarle el mando al entrerriano mientras que Mitre invadió Santa Fe.
Planos de Mitre.
Ambas fuerzas se vieron las caras a 40 km al sur de Rosario, en las orillas del arroyo Pavón, en un combate que duró dos horas. El ala izquierda confederal, a cargo de Juan Saá, derrotó a las fuerzas porteñas y la caballería del Segundo Cuerpo porteño también debió retirarse ante la victoria del general Manuel Hornos. El centro del ejército por otro lado, compuesto por milicianos de escaso entrenamiento, fueron vencidos y obligados a retroceder ante la mirada de Urquiza que tomó la decisión de abandonar el campo de batalla rumbo a Rosario sin utilizar unos 4.000 hombres.
Hasta el día de hoy se ha intentado explicar la insólita retirada de Urquiza cuando tenía la victoria entre sus manos. Hay dos versiones fuertes, aunque ninguna pudo ser confirmada: una dice que el entrerriano dudaba de la lealtad de Derqui y creía que lo traicionaría y la otra habla de un pacto de la masonería argentina que incluía a Urquiza, Mitre, Derqui y Sarmiento que bajo juramento en la tenida masónica se comprometían a hacer lo que esté en su alcance para terminar con la guerra civil.
Mitre junto a José María Gutiérrez en Pavón.
Haya sido la razón que sea, lo cierto es que la decisión del ex presidente de la Confederación le permitió a Mitre seguir sobre Santa Fe con 13.000 hombres para ocupar Rosario. La avanzada porteña fue imparable, el ejército de Urquiza era el único que podría haberlo evitado y no ofreció resistencia ya que fue desmantelado por decisión suya y a Derqui no le quedó otra opción que renunciar y exiliarse en Montevideo.
El poder de Mitre en todo el país iba en ascenso, todos los gobernadores federales -menos Urquiza- fueron derrocados en las semanas que le siguieron a Pavón y el 12 de octubre de 1862 fue electo presidente de la Nación. La capital fue trasladada a Buenos Aires y el país mantuvo una orden que le permitió una reorganización como estado ya con la unidad de las provincias y los porteños.
Armamento encontrado en el campo de batalla.
Para Justo José la historia sería otra, una trágica, porque los caudillos jamás le pudieron perdonar aquel gesto injustificado en el campo de batalla. El 11 de abril de 1870 fue asesinado por hombres de Ricardo López Jordán, quien había luchado aquel 17 de septiembre en Pavón, ya que lo consideraban un traidor a la patria. Ese mismo día también fueron asesinados dos de sus hijos: Justo Carmelo y Waldino. Urquiza pagó con su propia sangre una derrota que hasta el día de hoy continúa siendo un misterio.
Por Yasmin Ali
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