Kate: el vestido de la novia

Bellísima, impactante. Así lució la flamante esposa del príncipe William.

Kate Middleton, la futura esposa del Príncipe Guillermo, llegó este viernes a la Abadía de Westminter enfundada en un hermoso vestido blanco marfil, con larga cola, velo y tiara, bajo los gritos entusiastas de miles de admiradores.

El vestido fue diseñado por la sucesora de Alexander McQueen, Sarah Burton, directora artística de esa casa tras el suicidio del creador, el año pasado.

La futura princesa Catalina -la nueva Lady Di como ya la llaman- entró a la Abadía acompañada de su padre, que la condujo al altar, donde la esperaba el príncipe Guillermo.

Unos 2.000 millones de personas en todo el mundo descubrieron finalmente el secreto mejor guardado de la boda, un traje clásico pero con detalles modernos en la falda, cuando la futura princesa llegó a la abadía de Westminster llevando un velo bordado y una tiara prestada por la Reina Isabel II, abuela del novio, sobre su larga melena castaña semirecogida.

Lo descubrieron antes incluso que Guillermo, que a la llegada de la novia al altar pareció susurrarle "you look beautiful" (estás hermosa).

El vestido está compuesto por un corpiño de satén gazar color marfil inspirado en la tradición de la corsetería victoriana, ajustado en la cintura y que se abre un poco a la altura de la cadera, recubierto por encaje Chantilly, que forma el escote y las mangas largas de la delicada prenda. La parte lleva 58 botones recubiertos de la misma tela.

La falda abultada recuerda a una flor que se abre, con arcos y pliegues de gazar de color blanco con aplicaciones de encaje y se alarga con una cola de 2,7 metros de largo, cinco metros más corta que la que lució la que hubiera sido su suegra, la difunta princesa Diana, en su boda con el príncipe Carlos en 1981.

Kate "quería que su vestido combinara tradición y modernidad con la visión artística de caracteriza el trabajo de Alexander McQueen", explicó el palacio, que consiguió mantener el misterio hasta el último momento del vestido, cuya fotografía dio la vuelta al mundo en minutos a través de internet.

La novia "trabajó estrechamente" con Sarah Burton para crear este esperado vestido, de apariencia sencilla pero exquisitamente trabajado, que rinde homenaje a la secular artesanía británica en el inconfundible estilo de la casa Alexander McQueen, que se suicidó el año pasado.

El velo estaba hecho con capas de suave tul de seda con un ribete de flores bordadas a mano, e iba sujeto por una tiara de lajoyería Cartier que la actual soberana heredó de su madre, la entrañable "Queen Mom". Los pendientes de diamantes hacían juego con la tiara.

Por su parte, el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión, lució sonriente en su inconfundible uniforme rojo y negro de coronel de la Guardia Irlandesa del ejército británico.