Estados Unidos: 33 millones de personas vuelven al confinamiento estricto

Unos 33 millones de personas residentes en California, Estados Unidos, se vieron obligadas ayer a quedarse en casa confinadas de manera estricta ante el aumento del número de hospitalizaciones por COVID-19.
Las restricciones entraron en vigor después de que la capacidad de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) cayera por debajo del 15% en el valle de San Joaquín y California Sur (que incluye Los Ángeles y San Diego).
La orden estatal ha provocado el cierre inmediato de peluquerías, salones de belleza, parques infantiles, bares, bodegas, cines, museos y zoológicos, además de los restaurantes, que solo podrán seguir sirviendo comida para llevar y haciendo entregas a domicilio.
Las tiendas podrán seguir abiertas, pero solo podrán acoger un 20% del total de clientes que permita su aforo, mientras que las escuelas seguirán funcionando presencialmente.
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En total, unos 27 millones de personas que residen en el sur de California y en el valle de San Joaquín, y seis millones de residentes del área de la bahía de San Francisco se vieron afectadas por la decisión del gobernador Gavin Newsom.
California volvió a registrar el mayor número diario de casos de coronavirus y hospitalizaciones el sábado con más de 25.000 nuevas infecciones confirmadas y unos 10.200 ingresos hospitalarios.
En la última semana los nuevos casos en California se dispararon hasta los 15.000 diarios y las muertes han pasado de en torno a quince al día a principios de noviembre a 113 el pasado miércoles.
La región California Sur está compuesta por cinco de los condados más poblados del estado: Los Ángeles, San Diego, Orange, Riverside y San Bernardino.
Además de las regiones mencionadas, el Gobierno californiano dividió el estado (el más poblado de Estados Unidos con casi 40 millones de habitantes) en dos zonas más: California Norte y Sacramento.