Un estilo de vida ancestral y costumbres inéditas: cómo es el pueblo nómada más grande del mundo

Un grupo que reúne a millones de personas, está presente en más de veinte países del África central y occidental. Un estilo de vida que vale la pena repasar.
Los fulanis son la tribu nómada más numerosa del mundo.
Los fulanis son la tribu nómada más numerosa del mundo. Foto: REUTERS

Las formas de vida nómada suelen generar gran curiosidad, ya que contrastan fuertemente con un mundo dominado por la urbanización, los avances tecnológicos y las fronteras bien delimitadas. En ese contexto, las comunidades que eligen moverse según las estaciones y las necesidades del entorno, se perciben como una excepción a la norma.

Entre ellas, se destacan los fulanis, el grupo nómada más numeroso del planeta que conserva tradiciones milenarias, modos de organización propios y una relación profundamente respetuosa con la naturaleza en pleno siglo XXI.

Miembros de la tribu fulani. Foto: REUTERS

A lo largo del continente africano, millones de fulanis mantienen viva una forma de vida ancestral, adaptando sus prácticas tradicionales a un entorno en constante transformación. Una parte significativa de esta comunidad aún se dedica al pastoreo nómada, guiando sus rebaños a lo largo de antiguas rutas migratorias que atraviesan el Sahel, desde Senegal hasta Sudán.

Estos desplazamientos estacionales, profundamente arraigados en su identidad cultural, tienen como objetivo encontrar pastos frescos y fuentes de agua en una región cada vez más afectada por la desertificación. Junto con su ganado —principalmente vacuno, caprino y ovino—, los fulanis transportan saberes, creencias y costumbres que fueron cuidadosamente preservados y transmitidos de generación en generación.

La tribu nómada más grande del mundo. Foto: REUTERS

El modo de vida fulani enfrenta tensiones crecientes vinculadas al cambio climático y la competencia por los recursos. Las tierras del Sahel sufren un deterioro progresivo que dificulta la disponibilidad de pastos y agua. A esto se suman disputas con comunidades sedentarias y obstáculos legales para el acceso a territorios que históricamente recorrieron.

Los fulanis, un grupo nómada muy importante en África

Los fulanis, profundamente arraigados en África occidental y central, no solo destacan por su estilo de vida ancestral, sino también por su notable influencia política, social y cultural en la región. Su presencia se extiende por más de una docena de países, y su peso demográfico —con decenas de millones de personas— los convierte en una de las etnias más numerosas del continente.

Esa relevancia también se refleja en los altos niveles de representación que alcanzaron: al menos cinco presidentes africanos en las últimas décadas pertenecieron a este grupo, lo que subraya su protagonismo en el escenario político. Más allá del poder institucional, los fulanis dejaron una huella profunda en la historia africana a través de la difusión del islam, el comercio transahariano y una rica tradición cultural que abarca desde la poesía hasta la música y el arte oral.

Los animales de carga son aliados de los fulani en su modo de vida nómada. Foto: REUTERS

Por si fuera poco, la actividad ganadera de los fulanis tiene un peso significativo en las economías rurales del Sahel. Mercados como el de Dahra, en Senegal, donde residen unas 45.000 personas, son centros clave de comercio e intercambio, dado que los pastores venden su ganado y fortalecen los vínculos entre distintas comunidades.

Un subgrupo de los fulani en el que las mujeres tienen todo el poder

Dentro del mundo fulani existe un subgrupo singular donde las mujeres tienen un rol central en la vida social y sexual: los bororo, también conocidos como wodaabe. Este grupo nómada, presente en países como Níger, Nigeria, Camerún y la República Centroafricana, mantiene una estructura en la que las mujeres eligen libremente a sus parejas y pueden tener más de un esposo.

Cada año celebran el Gerewol, un festival en el que los hombres deben lucir espectaculares y mostrar sus dotes en la danza tradicional conocida como Yaake, donde demuestran su supremacía sexual. Pasan horas maquillándose y adornándose para impresionar al jurado, compuesto nada menos que por las tres mujeres más bellas de la tribu, quienes eligen al ganador que será su esposo o amante.

Un hombre de la tribu Bororo, en el festival Gerewol. Foto: REUTERS

Este equilibrio entre tradición, belleza y empoderamiento convierte a esta comunidad en una de las más llamativas del continente africano.