Así funciona el sistema antiaéreo más avanzado de Sudamérica: cómo es el antimisiles S-300 de Venezuela

El régimen de Nicolás Maduro desplegó uno de los sistemas antiaéreos más potentes del mundo.
El sistema antimisiles S-300 fue comprado por Venezuela a Rusia.
El sistema antimisiles S-300 fue comprado por Venezuela a Rusia. Foto: Wikipedia.

En un contexto en el que se fortalecen los vínculos entre el régimen de Nicolás Maduro y el presidente ruso, Vladimir Putin, es necesario repasar cómo funciona la batería antimisiles S-300, considerado uno de los sistemas antiaéreos más potentes del mundo, que Venezuela le compró al gobierno de Rusia en 2013.

El desarrollo del S-300 comenzó en la década de 1960 cuando la Unión Soviética necesitaba un sistema de defensa móvil capaz de defender su espacio aéreo de ataques masivos con armas guiadas. Entró en servicio desde 1978 y recibió una serie de modificaciones que lo convierten en una de las armas más eficaces de su tipo.

Sistema S-300 "Favorit" de misiles antiaéreo. Foto: Wikipedia.

Su versión más moderna, el S-300VM, está destinado a derribar unidades de aviación táctica, misiles balísticos y aerobalísticos de alcance medio y de crucero, aviones radar, de reconocimiento y especializados en guerra electrónica.

Este sistema, capaz de actuar de forma autónoma y derribar misiles balísticos a distancias de hasta 250 kilómetros, incluye un sistema de detección y designación de objetivos compuesto por un puesto de mando, un radar y hasta cuatro sistemas de misiles antiaéreos de largo y medio alcance.

Venezuela y un arma que es la envidia de toda Sudamérica

Con capacidad para hacer seguimiento a más de cien blancos simultáneamente, el S-300 es considerado en el mundo de la industria militar como uno de los sistemas de misiles superficie-aire de largo alcance más completos y avanzados.

Nicolás Maduro. Foto: REUTERS.
Nicolás Maduro le compró el sistema antimisiles a Rusia. Foto: Reuters.

Una preparación de lanzamiento de 7,5 segundos, un intervalo entre proyectiles de 1.5 segundos y una velocidad de desplazamiento de 50 kilómetros por hora, llevan a que el S-300 sea considerado uno de los sistemas antiaéreos más potentes del mundo.

Venezuela dispone de al menos 12 sistemas S-300, los cuales fueron entregados a partir de abril de 2013. Más allá del simbolismo político, representa una apuesta por la disuasión y la defensa del espacio aéreo, en un contexto geopolítico donde los equilibrios de poder están en constante transformación.