Lula, el desobediente


Se venció el plazo judicial. Antes de eso, una barrera humana “protegía” y aún “protege” al líder caído en desgracia. Esa era la imagen para las cámaras. La realidad, los abogados negocian condiciones de “rendición”. Lula aparenta dar una imagen de resistencia numantina, la presidente del PT dijo que el ex mandatario seguirá en la resistencia dentro del edificio del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos, que no hay ninguna entrega, ni mañana sábado después de la misa de las 9 hs., en recuerdo de Marisa, la esposa fallecida de Lula ni el lunes. Palabras.
Esto no es una guerra de guerrillas, no es una batalla épica; es una orden judicial. La ley. Nunca se ha visto algo así en Brasil. Lo que se está negociando en su entrega. Sus abogados están en eso. Hasta hoy Lula ha desafiado a la justicia. Por más que haya sido un presidente y sobre todo por haberlo sido no puede hacer semejante teatro. ¿Qué le queda entonces a un delincuente común? Estaría en todo su derecho en hacer lo mismo.
Da mucha tristeza ver a alguien que hizo tanto, que benefició a tantos, en situación semejante. Pero hay pruebas.
Nada ha trascendido de la negociación.
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Pero por ahora ya nada hay por hacer. Solo alargar la agonía. Todo se ha consumado.
Por Manuel Castro
Analista Internacional. Periodista de Canal 26
*INVITADO DEL DÍA DE DIARIO26.COM