Menem fue uno de los pocos jefes de estado del mundo que durante su mandato realizó dos “Visitas de Estado” a Estados Unidos; la primera en noviembre de 1991 y la segunda en enero de 1999.
El Presidente Clinton recibe al presidente Menem en la Casa Blanca, el 11 de enero de 1999
Por German Luis Kammerath
Ex Secretario de Comunicaciones
Estados Unidos, con su estricto protocolo internacional, administra con cuentagotas las "Visitas de Estado", que son aquellas en las que un jefe de estado extranjero es invitado con sus gastos a cargo del país anfitrión, y es agasajado con todos los honores de la elite política e institucional, incluyendo alojamiento en "The Blair House", la casa de huéspedes de la Casa Blanca, mantenimiento de reuniones bilaterales entre los presidentes y los principales colaboradores, reunión con la Corte Suprema, almuerzo con el Vice-Presidente en el Senado, Cena en la Casa Blanca, actos en el Cementerio de Arlington y encuentros del más alto nivel con empresarios, artistas, líderes políticos y la figuras de Hollywood.
Menem fue uno de los pocos jefes de estado del mundo que durante su mandato realizó dos “Visitas de Estado” a Estados Unidos; la primera en noviembre de 1991 y la segunda en enero de 1999.
Tuve el honor de acompañarlo en la segunda visita. En el último año de su presidencia había consolidado una estrecha relación estratégica con ese país, como "Aliado Extra- OTAN", una enorme distinción para la Argentina. Nuestro país también había sido socio en la coalición de la Guerra del Golfo que liberó a Kuwait de las garras de Saddam Hussein, y merced a eso nuestras tropas desfilaron victoriosas por la Quinta Avenida de Nueva York junto a las tropas de todos los países integrantes de dicha coalición.
The Blair House
La Visita
En una fría mañana de enero de 1999, el avión presidencial aterrizó en Washington DC. Desde allí, el helicóptero del Presidente Clinton trasladó al Presidente Menem, en medio de un impresionante despliegue de seguridad, a la Blair House, la hermosa mansión ubicada frente de la Casa Blanca, en la que ya se habían alojado relevantes figuras del mundo: Charles de Gaulle, Jawaharllal Nehru (el Primer Ministro de India), Golda Meier (la emblemática Primer Ministra de Israel), Nguyên Van Thieu (Presidente de Vietnam), la Reina Isabel de Inglaterra, Françoise Mitterrand (Presidente de Francia), Lech Walesa (Presidente de Polonia), Nelson Mandela (el líder de sudafricano).
A las 9.30 de esa mañana, los Presidentes Clinton y Menem revistaron las tropas, ya en los jardines de la Casa Blanca, y dirigieron un mensaje a los alumnos de la Escuela Argentina de Washington. Luego, Los presidentes se reunieron a solas e igualmente más tarde los gabinetes presidenciales.
Al mediodía, el Vice Presidente Al Gore y la Secretaria de Estado Madelaine Albright agasajaron al Presidente Menem. Como un gesto de empatía, lo hicieron con carne argentina que estaba llegando al mercado estadounidense desde 1997, gracias a una negociación en la que tuvo mucho que ver la oferta argentina de telecomunicaciones en la OMC.
En un sinnúmero de encuentros entre los miembros del gabinete de Clinton y de Argentina, se repasaron los temas pendientes entre los dos países. La temática de telecomunicaciones siempre estuvo presente, como también el tema de las patentes para medicamentos, que históricamente fue un tema ríspido entre los dos países.
La visita al Cementerio de Arlington
En un enorme despliegue de vehículos de seguridad y ceremonial, el Presidente y su comitiva, con guardia de honor tal como establece el protocolo, ingresamos por la puerta de honor al Cementerio de Arlington, en donde Menem rindió honores a la tumba del soldado desconocido con las clásicas 21 salvas de cañón.
La Cena en la Casa Blanca
Recibiendo a los invitados a la Cena de Estado, en las puertas de la Casa Blanca
En los salones de la Casa Blanca, el Presidente y su esposa Hillary agasajaron al Presidente Menem y su comitiva con una gran “Cena de Estado”. Según nos comentaron, debieron habilitar varios salones adicionales debido a la cantidad de figuras de la vida nacional que estaban interesadas en participar y conocer a Menem, entre ellas líderes empresariales, figuras de Hollywood y los que por razones protocolares participan de estos eventos, como líderes del Senado, la Cámara de Representantes y dirigentes políticos. Estaban presentes, entre otros, la actriz Salma Hayek, los músicos Lalo Schiffrin y Gato Barbieri.
El Presidente Clinton tuvo muy cálidas expresiones de bienvenida: “Buenas noches. Bienvenidos a la Casa Blanca y a esta maravillosa cena. Como puede ver, teníamos tantas personas que querían estar aquí, que aman a Argentina y lo respetan, señor presidente, que estuvieron en más de una habitación esta noche. Pero todos estábamos felices de estar aquí, y Hillary y yo les damos la bienvenida a todos”. Adicionalmente, en su discurso destacó, sobre Menem: “Dice mucho sobre Argentina que un hijo de inmigrantes sirios crezca hasta convertirse en su presidente. Es notable considerar lo lejos que ha llegado y lo lejos que ha llegado la nación bajo su liderazgo en los últimos nueve años”.
El Presidente Clinton en uso de la palabra dando la bienvenida al Presidente Menem
El Presidente Menem, en un discurso muy emotivo, especialmente para el Presidente Clinton, que por esos momentos atravesaba horas aciagas por el juicio político iniciado por aquel sonado caso de una pasante, recibió un fuerte respaldo por parte de Menem, con una impactante frase que fue recibida con una cerrada ovación por parte de los presentes: “Señor Presidente, me gustaría mostrarle públicamente mi total solidaridad en este momento. Y digo esto desde el fondo de mi corazón y basándome en mis sentimientos más íntimos. Espero que los ciudadanos estadounidenses lleguen a reconocer que no son los únicos que todavía lo necesitan aquí y su liderazgo. (Aplausos.) Se necesita su liderazgo, señor presidente, en todo el mundo”.
El Baile
El baile con Hillary
Al final de la cena, un quinteto de tango, “Quintango”, inició los sones de los más conocidos tangos argentinos, y el actor Robert Duvall y su esposa Luciana, argentina, iniciaron el baile. En el segundo tema, y en medio de ese clima de protocolo republicano, el Presidente Menem invitó a bailar a Hillary Clinton ante los aplausos estruendosos de los presentes. La foto de los dos bailando fue tapa de casi todos los diarios más importantes de ese país al día siguiente.
Parecía, en verdad, un viaje estelar en el que el Presidente Menem confraternizaba con el entonces Presidente Clinton y con Al Gore, uno de los dos candidatos a presidente para sucederlo. Pero no todo terminaría allí.
Golf con los Bush
Al día siguiente, y ya finalizando la visita de estado, el Presidente Menem se dirigió a Texas, invitado por su otro gran amigo el Ex Presidente George Bush, para jugar al golf con sus hijos Jeb (luego gobernador del Estado de Florida) y George W., quien en pocos meses sería electo Presidente de EEUU.
En menos de 4 días, el Presidente de Argentina interactuaba con las personas más importantes del mundo, en un clima que jamás se replicó en otra etapa de nuestra historia.
Menem demostraba que los 10 años de gobierno basados en la seriedad de su política internacional y económica, su compromiso con los temas globales desplegando un “soft power” (mediante las misiones de paz de los Cascos Azules o la enorme tarea de los Cascos Blancos, que con apoyo de la ONU realizaban misiones humanitarias en zonas de catástrofe), habían dado como resultado un rol de nuestra patria en el mundo.
Fueron otros tiempos. Inolvidables. Que lamentablemente muchos compatriotas no conocen. Pero así era Menem y así estaba henchida de orgullo nuestra patria en los escenarios más relevantes del mundo.
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