Acusada de maltrato: empresa de parques acuáticos se declaró en quiebra y busca vender más de 2.400 de animales marinos

El colapso financiero ocurre en paralelo a una serie de acusaciones por negligencia en el cuidado de los especies.
Indignación por cierre de parque acuático
Indignación por cierre de parque acuático Foto: Noticias Ambientales

La firma estadounidense The Dolphin Company (TDC), operadora de parques marinos y acuáticos, se declaró en quiebra bajo el Capítulo 11 de la ley de Estados Unidos y ahora propone vender cerca de 2.400 animales marinos, incluidos delfines, leones marinos y pingüinos, alegando costos “excesivamente altos” para su cuidado y una creciente falta de liquidez.

El proceso de venta de animales y activos inmuebles está sujeto a la aprobación de un tribunal de quiebras, y se da en el marco de una reestructuración operativa asumida por asesores designados por prestamistas, tras el reemplazo de la antigua gestión.

Delfines. Foto: Unsplash.
Delfines. Foto: Unsplash.

Denuncias por maltrato y cierre de instalaciones

El colapso financiero ocurre en paralelo a una serie de acusaciones por negligencia en el cuidado de los animales, particularmente en el parque Gulf World en Florida, donde se reportó la muerte de cinco delfines nariz de botella en un año, y que actualmente es objeto de investigaciones por parte de la FWC (Pesca y Vida Silvestre de Florida) y el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA).

Las auditorías revelaron:

  • Deficiencias graves en la calidad del agua
  • Estructuras deterioradas
  • Condiciones insalubres para especies marinas, incluyendo pingüinos confinados en hábitats inadecuados

Este deterioro fue atribuido a “años de abandono” bajo la administración anterior, según señalaron voceros de los actuales asesores judiciales.

The Dolphin Company Foto: Wikipedia

Activos vivos como garantía de deuda

De acuerdo con registros judiciales, los animales se consideran activos de alto valor y forman parte del respaldo para saldar una deuda superior a los 100 millones de dólares. Las especies más valiosas serían delfines y lobos marinos, lo que ha generado preocupación entre organizaciones de bienestar animal por el destino que puedan tener durante o tras la liquidación.

“La venta contribuirá no solo al patrimonio de los deudores, sino también al bienestar y seguridad de los animales”, argumentó TDC en una reciente presentación judicial, pese a las críticas crecientes por parte del público y activistas.

Conflicto interno y resistencia desde México

El proceso también involucra una batalla legal con el exdirector general, Eduardo Albor, quien inicialmente se negó a ceder el control de los parques en México, sede principal de la compañía, complicando las gestiones de los actuales interventores designados por los acreedores.

La compañía afirmó haber adoptado un enfoque de mejora continua en el bienestar animal, contratando expertos en biología marina y medicina veterinaria, aunque activistas como Sylvia Jones lideran campañas para cerrar instalaciones y trasladar los animales a santuarios, dada la “deplorable situación” documentada en algunos parques.

En debate: ética del cautiverio y gestión de animales marinos

El caso de The Dolphin Company expone nuevamente las tensiones entre el modelo de entretenimiento con fauna en cautiverio y los estándares contemporáneos de bienestar animal, en un escenario judicial sin precedentes por la magnitud de animales involucrados y el uso de especies como garantía de obligaciones financieras.