Cayó banda de policías corruptos que recaudaba $1.000.000 al mes

La lideraba el jefe distrital de Lomas de Zamora. Protegían prostíbulos y otras actividades ilícitas.
Cayó banda de policías corruptos
Cayó banda de policías corruptos

El jefe de la Distrital de Lomas de Zamora Norte, comisario inspector Damián Lozano, fue detenido acusado de integrar una red de corrupción. Según la investigación, lideraba una banda que brindaba protección a un prostíbulo, extorsionar a comerciantes o cobrarles a los “trapitos” en la cancha de Racing.

La investigación, que lleva adelante el juez federal Federico Villena tiene además a otros dos policías y ocho civiles detenidos. Los agentes son el capitán Roberto Frías, de la comisaría 7° de Lomas de Zamora, y Raúl Hernández, jefe de una de las brigadas de la Delegación de Drogas Ilícitas de Quilmes. Están sospechados de recaudar para Lozano.

La causa comenzó en octubre de 2015 a partir de una denuncia anónima por el funcionamiento de un prostíbulo en Cosquín al 2600, a tres cuadras del Puente La Noria. Durante la investigación, se descubrió que en el lugar le pagaban a la Policía a cambio de “protección”, que incluía también el monopolio del negocio en la zona.

Uno de los civiles detenidos es un inspector municipal, identificado como Sebastián Andrés Marasco (44). Está sospechado de cobrarle a un prostíbulo a cambio de avisarle cuándo iba a haber una inspección y de darle recomendaciones sobre cómo actuar.

Pero la Policía no solo recaudaba por el prostíbulo. Las escuchas telefónicas ordenadas por el juez Villena revelaron que Frías también les pedía plata a los comerciantes a cambio de “seguridad”.

El de los “trapitos” era otro de los rubros por el que entraba dinero al jefe distrital. “Hernández, junto a un civil, eran los encargados de cobrarles a los ‘trapitos’ cuando jugaban Racing e Independiente”, dijo una fuente con acceso al expediente.

En total, la suma incautada en todos los allanamientos fue de 600 mil pesos, dólares, seis armas sin municiones (una con la numeración borrada y otras dos que no pertenecían a las comisarías), cien celulares, cuadernos y computadoras.