Filipinas retrasa el juicio político a la vicepresidenta entre críticas de sus opositores

Manila, 30 may (EFE).- El Senado de Filipinas ha retrasado el inicio del juicio político por corrupción contra la vicepresidenta, Sara Duterte, desatando las quejas de los opositores de la política ante el temor de que el proceso sea enterrado mientras el presidente, Ferdinand Marcos Jr., trata de reparar las relaciones con la dinastía Duterte.

Los congresistas elegidos para acusar a Duterte presentarán los cargos contra la vicepresidenta ante el Senado el 11 de junio, y no el próximo lunes como había sido anunciado anteriormente, reveló ayer el presidente de la cámara alta del Congreso filipino, Francis Escudero.

"La aprobación de los proyectos de ley prioritarios debe ser prevalente", justificó hoy el número dos del Senado, Jinggoy Estrada, en declaraciones recogidas por la cadena de radio filipina Super Radyo dzBB.

Sara Duterte ha sido acusada de haber utilizado de forma indebida 254 millones de pesos (unos 4,3 millones de dólares) procedentes de fondos confidenciales del Departamento de Educación del que era titular hasta que dimitió en junio del año pasado.

La vicepresidenta tiene pendiente un juicio político ante el Senado, que le impediría presentarse como candidata a las elecciones presidenciales de 2028 si es encontrada culpable, después de que la Cámara de Representantes filipina aprobara el pasado 5 de febrero un proceso de destitución.

El retraso de los primeros pasos del proceso ha inquietado a las voces críticas con la vicepresidenta y su padre, el expresidente Rodrigo Duterte, detenido y trasladado a La Haya el pasado marzo acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de crímenes contra la humanidad en el marco de su sangrienta guerra contra las drogas.

"Abandonar el juicio político es abandonar a las personas que aún creen en la promesa de justicia", denunció en un comunicado la política Leila de Lima, una de los doce congresistas encargados de acusar a Sara Duterte en el Senado.

Marcos Jr. y Duterte pasaron de liderar una exitosa campaña a la presidencia en 2022 a protagonizar una sonada ruptura, marcada por amenazas de muerte de la vicepresidenta hacia el mandatario y el arresto del expresidente tras ser acusado por la CPI.

Indicando un posible cambio de rumbo en la disputa, el hijo del fallecido dictador Ferdinand Marcos se mostró la semana pasada dispuesto a reconciliarse con los Duterte, y recientemente reiteró su oposición al juicio político, después de obtener unos resultados peores de lo esperado en los recientes comicios a mitad de mandato.

"¿Cuántas veces tengo que decirlo? Yo no quería un proceso de destitución", dijo Marcos Jr. durante una rueda de prensa el pasado martes. EFE

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