Kagame acepta verse con Tshisekedi para tratar la tensión diplomática por el rebelde M23
Luanda, 12 mar (EFE).- El presidente de Ruanda, Paul Kagame, aceptó reunirse con su homólogo de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, para abordar las crecientes tensiones diplomáticas entre ambos países por la presunta colaboración de Kigali con el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
"Se ha decidido que el presidente Kagame aceptará reunirse con el presidente Tshisekedi en una fecha que será indicada por el mediador", anunció a última hora del lunes en Luanda el ministro de Asuntos Exteriores de Angola, Tete Antonio.
El jefe de la diplomacia angoleña hizo este anuncio después de que Kagame visitase en Angola al presidente del país, João Lourenço, mediador entre Kinshasa y Kigali.
Ambos líderes "mantuvieron un debate bilateral sobre la situación de seguridad en la RDC" y acordaron "medidas claves para abordar las causas profundas del conflicto", según destacó la Presidencia ruandesa en la red social X.
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Kagame y Tshisekedi se reunieron por última vez a mediados de febrero en Adís Abeba, en los márgenes de la 37ª Cumbre Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana (UA).
Entonces, el mandatario congoleño insistió en que no dialogará con el M23 hasta que los rebeldes no se retiren de sus posiciones, y acusó a Ruanda de apoyarles para "seguir saqueando" los recursos naturales de la RDC.
La Presidencia de Ruanda, que siempre ha negado su cooperación con el M23, señaló que esa reunión tuvo como objetivo "abordar las causas fundamentales de la actual inseguridad en el este de la RDC, incluida la mala gobernanza, la discriminación étnica y la violencia".
El M23 reactivó los combates el pasado 1 de octubre, después de meses de calma relativa.
Desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse a unos veinte kilómetros de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, que ocupó durante diez días en 2012, antes de retirarse por la presión de la comunidad internacional.
Los insurgentes han tomado el control de las carreteras principales que unen el resto del país con esa estratégica ciudad, de más de un millón de habitantes y base de numerosas ONG internacionales e instituciones de la ONU.
La ONU ha confirmado la cooperación de Ruanda con el M23, pero Kigali niega ese extremo.
A su vez, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en 2000 por cabecillas del genocidio de 1994, y otros ruandeses (hutus) exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país.
Esa colaboración también ha sido confirmada por la ONU.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU en el país (Monusco). EFE
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