Una antigua residencia de Perón, eje de disputa entre el Gobierno de Milei y el peronismo

(actualiza con desalojo y detención de dirigente político)

Buenos Aires, 7 jun (EFE).- Un edificio en Buenos Aires que fue residencia del tres veces presidente argentino Juan Domingo Perón (1895-1974) y donde hasta hace poco funcionó un instituto de investigaciones histórica se ha convertido en eje de una disputa entre militantes peronistas y el Gobierno del ultraderechista Javier Milei.

Este sábado un grupo de militantes peronistas se tomó el edificio, ubicado en el barrio capitalino de Recoleta, luego de que el mes pasado el Gobierno decidiera disolver el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Históricas Juan Domingo Perón que allí funcionaba.

"Hace minutos la juventud del movimiento nacional recuperó del odio gorila (antiperonista) la antigua residencia de Perón y Evita donde funcionaba el instituto de estudios Juan Domingo Perón disuelto ilegalmente por el régimen de Milei", informó a través de redes sociales el dirigente peronista Juan Grabois.

Horas después, la Policía federal se hizo presente en el lugar, desalojó a las cerca de cincuenta personas que habían iniciado la toma y detuvo a Grabois y a un manifestante, identificado por medios locales como Valentín Peralta Ramos.

"Meteme preso, Milei, pero la bandera argentina no me la sacás", escribió en redes sociales el propio Grabois, en un mensaje que acompañó con una foto suya dentro de un camión policial, luego de su detención.

El dirigente fue trasladado a la Superintendencia de Investigaciones Federales en el barrio capitalino de Villa Lugano.

La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, resaltó que la Policía Federal "actuó con firmeza y eficacia" y que "el desalojo fue un éxito".

"Recuperamos un edificio tomado por militantes que se creían dueños del Estado. Se terminó el vale todo. En esta Argentina, la ley se cumple con orden: ni Grabois, ni ningún kirchnerista tiene los privilegios que tuvo", aseveró la ministra en redes sociales.

La sede del Instituto Juan Domingo Perón se emplaza en el sitio donde funcionó la antigua residencia presidencial hasta 1955, donde vivió Perón durante sus dos primeros mandatos (1946-1955) y donde en 1952 murió su segunda esposa, Eva Perón.

El edificio donde ha funcionado el instituto es lo único que queda en pie de la antigua residencia presidencial, por lo cual ha sido declarado monumento histórico nacional en 2008.

Hace un mes, el Gobierno de Milei resolvió disolver el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Históricas Juan Domingo Perón.

Según alegó el Ejecutivo, el organismo contaba con veinte empleados y generaba un gasto anual de unos 400 millones de pesos (330.000 dólares / 288.000 euros).

El Ministerio de Capital Humano señaló este sábado -en un comunicado- que, a pesar de ser un Instituto de Investigación, la totalidad del presupuesto del organismo era destinado al pago de salarios y al mantenimiento de servicios básicos, "no habiendo realizado sus autoridades ninguna investigación a los fines de cumplir con el propósito del instituto".

El Gobierno indicó que, a partir de la decisión de disolverlo, se tomaron las acciones pertinentes para resguardar el patrimonio histórico y cultural del instituto, inventariar el material y seleccionarlo para su envío a la Biblioteca Nacional y al Archivo General de la Nación.

"Afortunadamente estas medidas de salvaguarda del patrimonio evitaron que se produzca su daño, destrucción o desaparición por parte de quienes irrumpieron con violencia en el inmueble en la tarde de hoy", sostuvo el Ministerio de Capital Humano.

El pasado 22 de mayo, el Consejo Nacional del Partido Justicialista (PJ, peronismo), que preside la ex presidenta argentina Cristina Fernández (2007-2015), presentó una nota ante la Jefatura de Gabinete de Ministros para solicitar que el Estado transfiera al partido todos los bienes, objetos y documentos que componen el acervo completo del instituto, con costes de traslado y conservación a cargo de la fuerza política.

Según el PJ, la decisión del Gobierno de cerrar el instituto "enmascara una persecución ideológica hacia cualquier institución, persona o entidad vinculada con el justicialismo y el movimiento peronista". EFE

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