¡No los compartas!: los 10 objetos que jamás tenés que prestar para evitar enfermedades

Hay ciertos objetos cotidianos que, por lo general, solemos compartir con familiares o amigos, sin tener en cuenta que pueden ser transmisores de bacterias, virus u otros agentes nocivos que pueden afectar a la salud.
Artículos como la ropa interior, los cepillos de dientes, los auriculares y zapatos suelen estar en contacto directo con partes sensibles del cuerpo, convirtiéndose en vehículos para la transmisión de bacterias.

Los objetos que no tenés que compartir. Foto: Unsplash.
Los objetos que no se deben compartir
Ropa interior
Es fundamental no compartir ropa interior para prevenir infecciones como la candidiasis y otros problemas bacterianos. Las secreciones corporales que se acumulan en estas prendas crean un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias, hongos y otros patógenos.
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Cepillo de dientes
Los cepillos de dientes son herramientas de higiene personal que deben ser de uso exclusivo, ya que entran en contacto directo con la saliva y las encías. Compartirlos puede facilitar la transmisión de enfermedades.

Cepillo de dientes. Fuente: Pexels
Compartirlos no solo incrementa el riesgo de infecciones bucales, como la gingivitis o periodontitis, sino también de enfermedades sistémicas más graves, como la hepatitis B o el herpes labial. Además, compartir un cepillo de dientes puede facilitar la propagación de caries, ya que las bacterias responsables de su desarrollo pueden transferirse de una persona a otra.
Maquillaje
Aunque es una práctica común hoy en día, compartir maquillaje puede provocar infecciones cutáneas como el acné o dermatitis. Los productos más peligrosos son aquellos que se aplican cerca de los ojos y la boca.
Auriculares
Los auriculares, al estar en contacto directo con el canal auditivo, pueden convertirse en transmisores de bacterias y hongos. Compartir estos dispositivos puede aumentar el riesgo de infecciones como la otitis externa.

Auriculares. Foto Unsplash.
El intercambio frecuente de auriculares también puede contribuir a la acumulación de cerumen, lo que no solo afecta la calidad de la audición, sino que también puede obstruir el canal auditivo y provocar molestias.
Toallas
Las toallas pueden ser transmisoras de bacterias y hongos, los cuales prosperan especialmente en ambientes húmedos. Compartirlas puede provocar infecciones cutáneas como la tiña o foliculitis. Además, puede agravar condiciones existentes como el acné.
Cuchillas de afeitar
Al igual que los cepillos de dientes, las cuchillas de afeitar son herramientas personales que pueden causar microcortes en la piel, aumentando el riesgo de transmisión de enfermedades. Compartir cuchillas puede llevar a la propagación de infecciones virales como la hepatitis B o C, así como infecciones bacterianas por estafilococos.
Botellas de agua
Cuando compartimos botellas de agua, indirectamente compartimos saliva. Este hábito puede propiciar la propagación de enfermedades comunes como el resfriado, la gripe, o infecciones más graves como la mononucleosis o el herpes labial.

Botella de agua. Foto: Unsplash
Zapatos
Los zapatos pueden ser un medio para la transmisión de infecciones fúngicas, como el pie de atleta, debido al ambiente cálido y húmedo que se genera en su interior. Además, su uso compartido puede provocar ampollas, irritaciones y otras lesiones cutáneas si el calzado no se ajusta adecuadamente a la forma del pie de cada persona.
Aros
Los aros suelen estar en contacto con áreas sensibles de la piel. Compartir estos accesorios puede causar inflamación, reacciones alérgicas y en casos graves, infecciones más serias.
Lima de uñas
Al estar en contacto con las uñas, las limas pueden provocar infecciones como la onicomicosis (hongos en las uñas) o la paroniquia (infección de la piel alrededor de las uñas).