Fácil y natural: cuál es el sencillo truco para aromatizar la casa con cáscara de limón

Aprovechar los restos de los cítricos, tales como las cáscaras de limón, sirven para aromatizar el hogar de forma natural, aportando frescura a los ambientes y sobre todo, eliminando los malos olores. Solamente necesitás seguir unos simples pasos para lograrlo.
De hecho, el proceso es muy sencillo y accesible, permitiendo que cualquiera pueda eliminar olores no deseados, aportando un olor fresco y natural sin gastar dinero. Además, el limón tiene propiedades antibacterianas y desodorizantes, convirtiéndolo en una opción ideal para la cocina y el baño.

Desde hervir cáscaras de limón en agua, hasta secarlas y depositarlas en una bolsita de tela para que perfumen los espacios pequeños, tales como cajones, placares y hasta el calzado, todas ellas tienen una utilidad.
El limón contiene limonero, un compuesto aromático que se encuentra presente en su piel y tiene propiedades antibacterianas, desodorantes y refrescantes. Cuándo ésta se libera, actúa como un purificador natural, limpiando automáticamente el ambiente.
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Cuáles son las formas más eficaces para aromatizar la casa
Este ingrediente, simple y natural, esconde un gran potencial, gracias a sus aceites esenciales, que se liberan fácilmente con calor o secado. Además de limpiar los ambientes, mejora el estado de ánimo. Pero… ¿Cómo podemos aprovecharlo?
- Hervido aromático: perfume instantáneo para toda la casa
Es uno de los métodos más usados y eficaces. Simplemente tenés que colocar las cáscaras de limón en una olla con agua y llevar al punto de ebullición y dejar que hierva unos minutos. Al calentarse, los aceites esenciales del limón se liberan y el aroma invade el ambiente.
Una vez que la infusión se enfría, podés guardarla en un frasco con rociador y usarla como aromatizante casero en spray para telas, ambientes o cortinas.

- Secado y saquitos aromáticos: perfume duradero para espacios cerrados
Ideal para cajones, placares, mochilas o el auto. Podés extenderlas al sol con un papel absorbente hasta que pierdan toda la humedad o colocarlas en una bandeja y secarlas a baja temperatura (90–100 °C) durante 1–2 horas.
- Frasco con sal gruesa y cáscara fresca: doble acción para heladeras y baños
Este truco es menos conocido, pero súper útil para espacios con humedad o malos olores. Usá un frasco abierto o recipiente pequeño y colocá en su interior trozos de cáscara de limón fresca. Cubrí o mezclá con sal gruesa. La sal absorbe la humedad ambiental, mientras que la cáscara perfuma. Este método es ideal para heladeras, cocinas y baños.