Talleres de Córdoba ascendió luego de cuatro temporadas

En el marco de una gran euforia, con casi 60.000 hinchas de Talleres en el estadio festejando el regreso a la B Nacional, el técnico Arnaldo Sialle, quien dos temporadas atrás había logrado el ascenso con Guillermo Brown de Puerto Madryn, era uno de los más felicitados en la histórica noche vivida en el Mario Alberto Kempes.

El entrenador sostuvo sentirse "muy feliz, era lo que buscábamos y el gran mérito es de los jugadores, que tienen todo el derecho de festejarlo porque se merecen esto y mucho más".

Respecto al entorno, con casi 60.000 personas enloquecidas por el logro, Sialle reconoció que "uno sueña con salir campeón y más con un marco así. Esto es maravilloso. Confiábamos en lograrlo, porque sabíamos que se podía".

A su turno, uno de los más regulares de este Talleres campeón, Agustín Díaz, exhausto pero feliz, manifestó que "por ahora no caigo, se lo dedico a mi familia, a mi novia y la gran hinchada que tenemos".

"Lo disfruto porque soy del club, hay muy buena gente que trabaja acá, ahora se nos dio y se corona con esta vuelta", señaló.

Uno de los símbolos de este ascendido Talleres, el retornado Javier Villarreal dijo que había sido "un desafío grande para mí. Sabía que iba a ser complicado al principio, pero tenía mucha fe que se iba a revertir, y gracias a Dios se dio vuelta todo y logramos el ascenso, que era lo más importante".

Por su parte, Nelson Benítez sostuvo que se llegó al objetivo final porque "tuvimos las cosas claras para lograrlo".

En tanto, los casi 60.000 hinchas que colmaron el estadio Kempes junto a otros varios miles ganaron las calles de la ciudad concentrándose en el centro para prolongar el tan esperado festejo, por una de las hinchadas más populares de clubes del interior del país.

Los jugadores se sumaron al festejo paseando sobre un colectivo sin techo en una noche sin fin.