Araceli: "A la cama voy desnuda y confiada"
A los 39 años, Araceli González se siente plena…pero también admite que la creencia popular de “la crisis de los 40” a ella la afecta, aunque no demasiado.
“No hablo de marcas físicas, porque me tienen sin cuidado; me refiero a una cuestión existencial. Este año cumpliré cuatro décadas, y tengo un listado infinito de preguntas que formularme a mí misma. Permanentemente, exploro, reviso, retrocedo, y trato de buscar explicaciones y razones del estar aquí”, contó a la Revista Caras.
La protagonista de Amas de casa desesperadas se autodefine como “una mujer que dejó atrás la pasión por el vértigo”. Asegura que ya no es “tan revolucionaria”, porque hoy elige “ser más creativa”.
“Descarté de mis hábitos la televisión y las películas; las cambié por el aire libre, las charlas y la cocina. Porque nadie sabe que del asado en casa me encargo yo”, confiesa.
También podría interesarte
Con respecto a la situación más dolorosa que la fama le hizo sentir, Araceli admitió que separarse de Adrián Suar fue lo más terrible.
“Sentía que había perdido mi baldosa, que todo lo que creía firme se derrumbaba. Quería ser yo misma, con mi cara de dolor, mi duelo. Y las cámaras siguiendo ese proceso lo hacían más duro, me martirizaban. Tal vez porque no puedo disimular, la gente se solidarizó. Por la calle me decían que se identificaban con mi pena. Entendí que cuanto más humana me ven, más se apropian de mí”, dijo.
“Tanto es el temor a equivocarme una vez más, que tomo dos sesiones de terapia por semana para bancarme el karma. Pero casarme, y es algo de lo que estoy segura, no volvería a hacerlo. Dos veces es más que suficiente, al menos para mí”, concluyó.