Carla Bruni, una primera dama muy osada

Es la esposa del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Comenzó como modelo y ahora también canta. Posó desnuda y sigue mostrando su cuerpo sin pudores. A los 40 y como otras famosas, quiere ser madre. ¿Podría haber una mujer con estas características en el sector político de nuestro país?

Carla Bruni es una de las mujeres que está en boca de todo el mundo. Nunca tuvo tanto éxito como ahora. Su carrera de modelo fue creciendo desde que comenzó a salir con uno de los hombres más importantes de la política, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Hoy es la primera dama y a los 40, como otras famosas, quiere ser madre.

En Francia la adoran y quieren que pronto le dé un heredero a su poderoso marido. “Adoraría estar embarazada”, confesó en una entrevista concedida al semanario VSD y agregó: “Desgraciadamente no estoy embarazada. Aunque yo también empecé a plantearme si engordé, porque todo el mundo me hace esa pregunta”.

“Es más complicado quedarse embarazada a los 40 años que a los 25”, declaró la cantante y primera dama. Parece que la bella muchacha se enterneció con el nacimiento de la hija de Nicole Kidman y con los mellizos de Angelina Jolie y ahora quiere tener un bebé, fruto del amor con Sarkozy.

Cabe recordar que otras mujeres como Madonna, Susan Sarandon y Geena Davis fueron madres en sus 40 años. Y Carla no quiere quedar al margen de la lista.

Bruni se define como “mujer de izquierda” que respeta las opiniones ajenas acerca de su acercamiento al poder, a partir de su casamiento con el presidente francés.

En cuanto a su carrera musical, asegura: “Si la gente no escucha mi último disco porque me casé con el presidente de la República, lo comprendo; si la gente lo escucha porque me casé con el presidente de la República, estoy encantada con ello, pero sobre todo lo que cuenta para mí es que a la gente le guste”.

Sin dudas, una mujer libre, sin prejuicios, atrevida y desafiante que disfruta de ser la imagen femenina de la que más se habla en París. No se sonroja por cada desnudo que protagoniza ni por las críticas recibidas. Amada y odiada, al mismo tiempo, tiene a Francia a sus pies. ¿Podría haber una mujer con estas características en el sector político de nuestro país? Es una pregunta que aún sigue como incógnita.