Absuelven a aborigen que violó a niña: dicen que fue por “pautas étnicas”

Fabián Ruiz, de la etnia wichi, embarazó a su hijastra de 9 años en 2005 y fue procesado por abuso sexual agravado. La comunidad "Lapacho Mocho", al Este de Tartagal, protestó la medida. La Corte, por mayoría, ordenó la libertad del sujeto por entender que el hecho respondió a "pautas étnicas y culturales ancestrales".

Por Canal26

Miércoles 11 de Octubre de 2006 - 00:00

José Fabián Ruiz, un aborigen de 28 años que desde hace 14 meses permanece detenido acusado por el delito de abuso sexual agravado en perjuicio de su hijastra de nueve años, podría recuperar su libertad luego de 14 meses de diligencias judiciales. Es que a pesar de la gravedad de la carátula, del tiempo transcurrido en prisión y de que la instrucción le dictó el procesamiento confirmado por la cámara de Apelaciones, la Corte de Justicia de la Provincia, con el voto favorable de la mayoría de sus miembros, revocó el procesamiento del sujeto, comenta hoy el diario El Tribuno de Salta.

La mayoría de los ministros consideró que el hecho, que para la Justicia Penal era un abuso sexual agravado, constituye una pauta étnica y cultural de un pueblo ancestral como el wichí, al que víctima y victimario pertenecen, afirma El Tribuno. Además de ello, el alto tribunal también consideró que hubo errores procedimentales que ameritan la revocatoria.

El conflicto se inició en agosto de 2005 cuando Teodora Tejerina, residente en una misión wichí, denunció que su concubino, José Fabián Ruiz había abusado sexualmente de su pequeña hija. La menor quedó, fruto de esa relación, embarazada y en las últimas semanas de gestación fue internada en el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal, donde fue mamá de un varoncito.

El juez Ricardo Martoccia ordenó la detención del hombre y caratuló la causa como abuso sexual agravado, porque Ruiz era padrastro y cuidador de la menor ya que al momento de los hechos convivía con la denunciante, la madre de la nena.
Pero a la semana de dar a luz la chica, Teodora Tejerina y algunos miembros de la comunidad comenzaron a exigir la libertad del violador.

Con el paso de los días se conoció que la denunciante no sabía leer ni escribir y según lo manifestó en otra declaración posterior, la denuncia la había hecho por la insistencia de Dora Carrizo, titular de la escuela de la comunidad "Kilómetro 17" a la que la niña asistía, afirma el diario mencionado.

"Lo que debió hacer fue poner en conocimiento de los hechos a los caciques. Ellos son quienes deben escuchar a las personas cuando tienen un problema, debatir y decidir si es necesario ir a la justicia. No se pueden hacer denuncias sin conocimiento nuestras autoridades comunitarias, menos en casos como éste, en la que la supuesta denunciante no sabe leer ni escribir", expresaron en ese momento algunos de los dirigentes originarios, tales como el jefe de "Lapacho Mocho", Roque Miranda, que prestó declaración en la causa como testigo.