Alan Schlenker acusa, José María Aguilar calla

El presidente de River Plate, José María Aguilar, prefirió no contestarle al barrabrava Alan Schlenker, quien lo había acusado de usar a su rival en la interna de la hinchada, Adrián Rousseau, como “brazo armado” para distintos fines.

“No hago declaraciones en la puerta de mi casa. No hago declaraciones en la puerta de mi casa. A partir del mediodía pueden pasar por el club”, dijo el máximo dirigente de la oposición de Núñez, como dando a entender que podría dar una conferencia de prensa en la institución.

Sin embargo, Canal 26 averiguó que es clara la postura de River: “No vamos a responderle a gente que está prófuga de la Justicia”, dijo gente cercana a Aguilar.

¿Por qué entonces les mintió a los periodistas que lo esperaban en la puerta de su domicilio de Villa Urquiza? Siempre según el mismo informante, lo “hizo para que sus hijos pudieran salir tranquilos y marcharse al colegio”.

Schlenker, quien hace más de 20 días que permanece prófugo, había asegurado que se va a entregar a la Justicia en los próximos días y denunció que su situación se debe a "una conspiración" ideada por el presidente de la entidad de Núñez, José María Aguilar, y del dirigente Mario Israel.

Asimismo, remarcó que Adrián Rousseau, con quien está enfrentado por una disputa de poder, "es el brazo armado de Aguilar e Israel" y agregó que lo utilizaron para "intimidar a la oposición para que acepten la venta de Gonzalo Higuaín", producida en diciembre del año pasado.

"Mi entrega a la Justicia es inminente, tengo muchas ganas de hablar, porque hay una conspiración contra mí, generada por Aguilar e Israel... Yo era amigo de Gonzalo Acro y no tuve nada que ver en su asesinato. En ese momento estaba fuera del país", sostuvo Schlenker

"Una vez que me presente a declarar el juez va a tener diez días hábiles para decidir sobre mi situación y es inevitable que esos días voy a tener que ir preso", señaló al ser consultado acerca de si temía ir a prisión.

El barrabrava de River indicó además que "es muy probable que haya una mano negra" detrás de las acusaciones hacia su persona y dijo que él le molesta "a la dirigencia".

"El 11 de febrero tuve una discusión con Adrián en los quinchos de River, se exageró mucho pero pasaron cosas que no deberían haber pasado. Después de ese episodio Gonzalo Acro dejó de ir a la cancha", sentenció.

Schlenker indicó luego que había "un grupo que cobraba sobresueldos de 5000 pesos" y dijo que "ese grupo se quedó con Adrián y le respondían a él por intereses económicos".

"La plata es de los dirigentes del club y Adrián responde a José María Aguilar y a Mario Israel porque es el brazo armado de ellos. Días antes del reclamo de los jugadores por sus ingresos, se le bajó una línea a Adrián y él cometió el acto cobarde de pincharle las cubiertas", remarcó.

Además el sujeto contó que "el día que se hizo la reunión para vender a Gonzalo Higuaín, Adrián irrumpió en la reunión de Comisión Directiva para intimidar a la oposición para que no se opusiera a la venta".