Alerta conductores: si tomaste alguno de estos medicamentos, no tenés que manejar

Estamos acostumbrados a recurrir a una pastilla de "solución rápida" cuando sentimos algún dolor o malestar. Sin embargo, algunos fármacos pueden tener efectos negativos y potencialmente peligrosos para los conductores.
La lista de medicamentos que afecta a los conductores pueden variar dependiendo la edad, tolerancia, estado mental y físico del conductor.

Algunos fármacos pueden tener efectos negativos en los conductores. Foto: Unsplash
Los mismos se pueden dividir en dos grupos: por un lado los especialmente peligrosos dónde se encuentran los fármacos como tranquilizantes o antiepilépticos y por otro lado, los potencialmente peligrosos como los antidepresivos y ansiolíticos.
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Especialmente peligrosos
- Analgésicos narcóticos.
- Antiepilépticos (algunos).
- Antihistamínicos sistémicos.
- Antitusivos asociados al alcohol.
- Psicoestimulantes.
- Relajantes musculares centrales.
- Sedantes-hipnóticos tipo tranquilizante.
Potencialmente peligrosos
- Anorexígenos.
- Antidepresivos.
- Antidiabéticos.
- Antiepilépticos.
- Antiespasmódicos.
- Anticolinérgicos.
- Antiparquinsonianos.
- Antitusivos.
- Oftalmológicos.
- Hipotensores.
- Neurolépticos o antipsicóticos.
- Ansiolíticos.
¿Por qué no debo conducir si tome alguno?
Los fármacos pueden tener diferentes efectos en las personas y pueden generar somnolencia, alteraciones en los oídos, alteraciones psíquicas, desequilibrio físico y alterar los niveles de glucosa, entre otros.
Si tomamos un medicamento y nos ponemos tras el volante, podes padecer alguno de los síntomas antes mencionados y la reacción de nuestro organismo puede desencadenar en un accidente de tráfico que puede costar la vida de alguna persona.

Combinar alcohol y medicamentos disminuyen sus niveles de atención. Foto: Unsplash
También es importante tener en cuenta que, una persona que consumió alcohol no está habilitada para manejar y que además, mezclar los fármacos con bebidas alcohólicas puede generar efectos psicológicos muy peligrosos.
Quienes ingieren estas sustancias experimentan desinhibición, aumenta su confianza y disminuyen sus niveles de atención. La persona que conduce se siente motivada a hacer actividades de riesgo, como aumentar la velocidad o hacer maniobras imprudentes que pueden terminar en un grave accidente.