Carla Bruni, una primera dama muy osada

Es la esposa del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Comenzó como modelo y ahora también canta. Posó desnuda y sigue mostrando su cuerpo sin pudores. A los 40 y como otras famosas, quiere ser madre. ¿Podría haber una mujer con estas características en el sector político de nuestro país?

Por Canal26

Jueves 10 de Julio de 2008 - 00:00

Carla Bruni es una de las mujeres que está en boca de todo el mundo. Nunca tuvo tanto éxito como ahora. Su carrera de modelo fue creciendo desde que comenzó a salir con uno de los hombres más importantes de la política, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy. Hoy es la primera dama y a los 40, como otras famosas, quiere ser madre.

En Francia la adoran y quieren que pronto le dé un heredero a su poderoso marido. “Adoraría estar embarazada”, confesó en una entrevista concedida al semanario VSD y agregó: “Desgraciadamente no estoy embarazada. Aunque yo también empecé a plantearme si engordé, porque todo el mundo me hace esa pregunta”.

“Es más complicado quedarse embarazada a los 40 años que a los 25”, declaró la cantante y primera dama. Parece que la bella muchacha se enterneció con el nacimiento de la hija de Nicole Kidman y con los mellizos de Angelina Jolie y ahora quiere tener un bebé, fruto del amor con Sarkozy.

Cabe recordar que otras mujeres como Madonna, Susan Sarandon y Geena Davis fueron madres en sus 40 años. Y Carla no quiere quedar al margen de la lista.

Bruni se define como “mujer de izquierda” que respeta las opiniones ajenas acerca de su acercamiento al poder, a partir de su casamiento con el presidente francés.

En cuanto a su carrera musical, asegura: “Si la gente no escucha mi último disco porque me casé con el presidente de la República, lo comprendo; si la gente lo escucha porque me casé con el presidente de la República, estoy encantada con ello, pero sobre todo lo que cuenta para mí es que a la gente le guste”.

Sin dudas, una mujer libre, sin prejuicios, atrevida y desafiante que disfruta de ser la imagen femenina de la que más se habla en París. No se sonroja por cada desnudo que protagoniza ni por las críticas recibidas. Amada y odiada, al mismo tiempo, tiene a Francia a sus pies. ¿Podría haber una mujer con estas características en el sector político de nuestro país? Es una pregunta que aún sigue como incógnita.