Confirman prisión preventiva de la periodista Estefanía Heit y su esposo el pastor Jesús Olivera

La Justicia de Bahía Blanca confirmó el procesamiento con prisión preventiva de la periodista Estefanía Heit y su esposo, Jesús Olivera, acusados de reducir a la servidumbre, lesionar y abusar sexualmente de una mujer, el año pasado, en la ciudad bonaerense de Coronel Suárez.

Leonardo Gómez Talamoni, abogado de la imputada, informó a Télam que la decisión la tomó esta tarde la Cámara de Apelaciones y Garantías bahiense, que convalidó las actuaciones de la jueza Susana Calcinelli.

El 18 de diciembre último, la jueza dictó el procesamiento con prisión preventiva para Heit por "reducción a la servidumbre y lesiones graves", y para Olivera por esos mismos delitos más el de "abuso sexual".

En tanto, la defensa de Heit espera que en febrero se levante la feria para que la jueza de Garantías Gilda Stemphelet, quien en su momento fue subrrogada por Calcinelli, resuelva un pedido de arresto domiciliario en beneficio de la periodista.

Gómez Talamoni explicó que se trata de un incidente que no puede ser tratado durante la feria, al tiempo que resta conocer los resultados de un estudio socio ambiental sobre Heit, quien requirió cumplir con el arresto en la casa de su madre.

El 28 de diciembre, la misma jueza Stemphelet rechazó un pedido de excarcelación de la defensa de la periodista.

De esta manera, Heit continuaba hoy alojada en la Unidad Penal 4 de Bahía Blanca, mientras que Olivera sigue detenido en la 19 del vecino partido de Saavedra.

El hecho por el que Heit (29) y Olivera (28) están detenidos comenzó a investigarse el 12 de noviembre último, cuando Sonia Molina (33), denunció ante la policía de Coronel Suárez que acababa de escapar de la casa de la pareja, donde había estado cautiva durante tres meses.

Según la denuncia, la periodista y su esposo habían sometido a Molina a tormentos y despojado de todos sus bienes bajo un ardid motivado en cuestiones religiosas.

Al momento de solicitar la prisión preventiva para ambos acusados, la fiscal de la causa, María Marta Corrado, les imputó los delitos de "tentativa de homicidio, privación ilegal de la libertad y abuso sexual".

Pero a diferencia de la fiscal, la jueza Calcinelli consideró que Molina fue reducida a la servidumbre por la pareja y sólo al hombre le imputó el abuso sexual.

A su turno, los dos acusados se declararon inocentes ante la Justicia y sostuvieron que era Molina la que no se quería ir de la casa de ellos porque estaba obsesionada con Olivera, que se golpeaba ella misma y no comía y les entregaba su dinero por decisión propia.