Diego Hartfield en su debut hizo “transpirar” al mismísimo Federer

El argentino Diego Hartfield, quien llegó de la qualy (clasificación), perdió en tres sets ante el número uno del mundo, el suizo Roger Federer, por 7-5, 7-6 (7-3) y 6-2, en un partido de la primera jornada del tradicional torneo de tenis de Roland Garros.

Tras el encuentro Hartfield no ocultó su alegría y manifestó que espera que "este sea el punto de partida para mi carrera".

"Este es mi primer partido en el circuito y nada menos que ante el número uno del mundo y en el court central de Roland Garos, es un sueño. Hace seis años que juego Futures y uno que lo hago en Challengers, y siempre confié que esto iba a llegar", dijo Hartfield en el inicio de la conferencia de prensa.

Hartfield, 157 del mundo y de 25 años, nació en Obera, provincia de Misiones pero reside desde hace nueve en Buenos Aires.

"Siempre confié en que esto iba a llegar porque lo busqué con mucho esfuerzo y trabajo; esto no es casualidad y espero que marque un punto de partida en mi carrera", sostuvo Hartfield.

"Fue muy duro pero lo disfruté al máximo", contó y agregó que "cuando estaba 3-0 en el primer set pensé que quizás tendría alguna chance, pero él ya (Federer) tiene mucha experiencia y sabe como ganar este tipo de partidos".

El argentino solicitó la atención del médico del torneo en dos oportunidades porque "sentí un tirón. Tuve que hacer un esfuerzo enorme, tuve que esforzarme mucho más de lo habitual para jugarle de igual a igual".

Pese a que el sorteo no fue clemente con el argentino, Hartfield se mostró muy contento de haber tenido la posibilidad de jugar ante el numero uno del mundo.

"Hay jugadores que están hace mucho tiempo en el circuito y aun no lo pudieron enfrentar, así que haber jugado contra él y como lo hice no me lo voy a olvidar nunca y un día le podré decir a mis nietos que jugué contra el número uno del mundo", bromeó.

Luego el argentino reconoció que el hecho de jugar en el court central Philippe Chatrier, que no cubrió totalmente su capacidad de 15.000 espectadores, hizo que los nervios por el debut en el circuito de la ATP fuera mayor.

"Traté de no mirar para arriba hacía las tribunas porque si no iba a darme cuenta de donde estaba y eso no era bueno porque nunca en mi vida jugué ante tanto público, pero pese a los nervios rápidamente me adapté para jugar", enfatizó.

Periodistas de todo el mundo se acercaron a la conferencia para saber más acerca de Hartfield, especialmente los enviados de los medios alemanes, quienes no entendían como un argentino podía tener ese apellido de origen germano.

El misionero continuará su temporada disputando Challengers en Italia y Suiza para luego presentarse a jugar la clasificación de Wimbledon.