Encontraron muertos a los hijos de la pareja asesinada en Campana

Los cuerpos sin vida de Agustín y Milagros Mansilla, de 11 y 8 años fueron hallados a la altura del kilómetro 66 de la Panamericana. Uno de los detenidos, Cristian, hijo de Ángel Fernández (principal acusado), lo había anunciado antes del macabro hallazgo. AUDIO y VIDEO de esta conmovedora historia de la familia víctima de una masacre.

Por Canal26

Viernes 1 de Agosto de 2008 - 00:00

Los dos hermanitos desaparecidos, hijos de la pareja asesinada en Campana, aparecieron muertos. Milagros, de ocho años, y Agustín, de once, fueron hallados tras el intenso rastrillaje de los investigadores.

Según trascendió, el tercer detenido sospechado de participar del crimen, habría confesado que los cuerpos de los chicos se encontraban en un zanjón de esa localidad bonaerense, cerca del lugar donde fueron encontrados los cadáveres de sus papás. Aunque a las 22 había decretado el final de búsqueda para esa jornada, horas después trascendió el hallazgo que se produjo en el kilómetro 66,300 de la Autopista Panamericana, a la altura de la ciudad de Campana.

Los cuerpos de Milagros y de Agustín fueron localizados alrededor de las 2:00, a sólo seis kilómetros de donde fueron hallados sus padres Marcelo Mansilla (41) y Sandra Rabago (37) el pasado martes.

Los niños estaban en un zanjón y según los primeros datos aparecieron con golpes en la cabeza, un trapo en la boca, envueltos en una frazada. Incluso en sus pies había una piedra atada, con el objetivo de que sus cuerpos se hundieran en ese zanjón.

En el lugar se presentó el ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, quien señaló que este cuádruple asesinato tiene "visos de horror".

El pasado viernes Cristian Fernández, de 23 años, hijo de Ángel Fernández, de 45, quien fue detenido el jueves en Los Polvorines, le dijo a la policía que los hijos del matrimonio también fueron asesinados, pese a que había datos que señalaban que podrían estar con vida.

De esta manera, luego de varios días de intensa búsqueda, se produjo el peor de los finales para esta familia, que según los detenidos fue por venganza personal.

Peritos de la policía trabajaban para recolectar las huellas y tener más precisiones sobre el caso, por lo que en las próximas horas se les efectuará la autopsia correspondiente, aunque se presume que los cuatro integrantes habrían sido asesinados al mismo tiempo.

Los rastrillajes se intensificaron en la zona el viernes, pero llegada la noche se suspendieron hasta que no mejoraran las condiciones climáticas. En tanto, pasada la medianoche se retomó la búsqueda, a cargo de efectivos policiales, policía científica, una dotación del cuerpo de bomberos de Campana y hasta un perro sabueso, hasta que se dio con ambos cuerpos.

Cristian Fernández le dijo el viernes al fiscal de Zárate-Campana Marcelo Pernisi, a cargo de la causa, que habían matado al matrimonio por "rabia personal" y que el mismo destino habían corrido los nenes. Es que hace muchos años Mansilla había declarado en contra de Ángel Fernández, en una causa de violación y homicidio, por la cual fue condenado a 25 años de prisión, y juró matarlo en una de sus condenas.

Asimismo, Fernández le comentó que su padre Ángel podía quitarse "cuando quería" la pulsera magnética que tenía colocada por orden judicial, e incluso se la colocaba a su hermano de 9 años. Sin embargo, el Ministerio de Justicia bonaerense descartó que Fernández haya salido de su casa, dado que no tenían registro de que se haya ido muy lejos de la pulsera magnética.

Los cuerpos de Mansilla y Rebago fueron hallados el pasado martes, en el kilómetro 59,5 de la ruta Panamericana, mano hacia Capital Federal, tapados de frazadas y con signos de haber sido asesinados con un elemento contundente, que luego se determinó fue un hacha.

Cuando los familiares se enteraron del doble crimen pidieron desesperadamente por los niños del matrimonio, lo que permitió determinar que habían sido secuestrados. La policía y la Organización Missing Children comenzaron una campaña para dar con los hermanitos, que finalmente aparecieron asesinados.