La superboda de Athina Onassis y su jinete brasileño

La joven de 20 años, única heredera del magnate naviero Aristóteles Onassis y una de las mujeres más ricas del mundo, se casará este sábado a las 19.30 hora local, con Álvaro de Miranda, de 32 años, un miembro destacado del equipo ecuestre olímpico de Brasil.

La boda se realizará en la fundación Maria Luiza y Oscar Americano, una propiedad de 75.000 metros que se encuentra en el elegante distrito Morumbi. La novia llevará un vestido del diseñador italiano Valentino y se descorcharán más de mil botellas de champaña Veuve Clicquot.

Los griegos se enfadan

La prensa griega se muestra estos días muy enfadada con la multimillonaria Athina y denuncia con grandes titulares "Athina reniega de sus orígenes" y publica una copia de una de las invitaciones para este 3 de diciembre en que la novia se llama simplemente Athina Heléne Roussel, obviando el apellido de su madre, Onassis.

Los organizadores rehusaron proporcionar detalles de la ceremonia, pero la prensa local ha publicado múltiples detalles y declaraciones del padre del novio, Ricardo Miranda, según el cual asistirán a la ceremonia 750 personas.

Problemas con el sacerdote

La ceremonia tendrá carácter ecuménico porque Athina pertenece a la iglesia ortodoxa griega y el novio es un católico divorciado. Pero ahí está otra de las denuncias de la prensa griega. El celebrante ortodoxo no pertence a la iglesia griega sino que se trata de un ortodoxo libanés.

Según la revista Veja, la pareja firmó un acuerdo prenupcial por el cual, si se divorcian, ninguno de ellos tiene derecho a las posesiones que tenía su cónyuge antes de casarse. La pareja se conoció en 2002 en un centro de equitación en Bélgica que pertenece al brasileño Nelson Pessoa.

Athina Roussel Onassis heredó 2.700 millones de dólares de su abuelo cuando cumplió 18 años.

Durante la boda se emplazarán unos 400 guardias privados de seguridad para proteger a los invitados y evitar la entrada no autorizada de fotógrafos de prensa.

Los invitados a la boda deberán pasar a través de dos detectores de metal y no podrán llevar consigo cámaras ni teléfonos móviles.