Las fobias sexuales son cada vez más comunes

Por Canal26

Jueves 2 de Julio de 2015 - 00:00

Las fobias sexuales son miedos más comunes de lo que cabe esperar. Son miedos, como cualquier otros, que frenan al individuo (afecta tanto a hombres como a mujeres) a la hora de enfrentarse al momento de las relaciones sexuales. Dado que es un comportamiento que puede llegar a ser desmedido e irracional, es necesario buscar las causas, sobre todo psicológicas. La tendencia, de unos años a esta parte, indica que ya no sólo sufren este tipo de temores personas que pasan de los 30, sino que ahora pueden darse también en la juventud.

El individuo que sufre estos bloqueos, que le incapacitan a llevar a cabo el acto sexual, suele considerar las relaciones íntimas como fuente de problemas o situaciones peligrosas que le llevan a crear un mecanismo de defensa contra éstas. Los motivos que provocan este rechazo suelen estar vinculados a malas experiencias sexuales anteriores, comentarios desfavorables de otras parejas sobre el rendimiento en la cama, la falta de información sobre una educación sexual sana, fantasías personales con tintes desagradables y, en casos muy concretos, abusos sexuales recibidos en la niñez por personas cercanas. Igualmente, también es posible que las disfunciones en la cama puedan ser el síntoma de alguna patología asociada a las disfunciones físicas que causan impotencia, lo cual debería ser certificado tras una revisión médica.

Las fobias sexuales más habituales
En el grupo femenino, las más frecuentes son la dispaurenia (miedo al dolor en la penetración) y el vaginismo (temor a la molesta inflamación de las paredes vaginales, las cual suele ser síntoma de alguna enfermedad de transmisión sexual o ETS). Ambos provocan que la afectada contraiga fuertemente los músculos internos de su vagina, complicando la entrada del pene y provocando molestias. Esta fobia puede llegar a tal punto que la mujer no se atreva ni a colocarse un tampón ni a realizarse pruebas ginecológicas.

En el caso de los hombres, el miedo más extendido es el de tener el pene pequeño. Se ha extendido el mito de que mientras más grande sea, mayor será el placer que causa. Esta creencia hace que los hombres inseguros renieguen del sexo ante el miedo al ridículo. Igualmente, está el temor a "no dar la talla" en el momento de llegar al momento del coito con alguna pareja en concreto, lo cual dificulta la excitación necesaria para culminar el acto sexual, e incluso puede provocar problemas de erección y eyaculación precoz.

Hay otras muchas más, menos conocidas, como la agrafobia (miedo al abuso sexual), la erotofobia (a hablar sobre el sexo), la eurotofovia (a los genitales femeninos) la galofobia (a los genitales masculinos), la genofobia (a las relaciones sexuales), la ginmofobia (a estar desnudo), la heterofobia (al sexo opuesto), la homofobia (a volverse homosexual), la itifalofobia (a tener una erección incontrolada), la venustrafobia (a las mujeres bellas) y las parafobias (a las perversiones sexuales).

De darse el caso de sufrir alguna de estas fobias, lo más recomendables es no tapar el problema. La ayuda de un médico especialista puede ayudarnos a recuperar la confianza y a volver a tener una vida sexual satisfactoria y sana.