Loretta Lynch, la mujer que revolucionó la FIFA

A un mes de asumir, la flamante fiscal general tuvo que lidiar con la violencia racial en Baltimore, impuso multas multimillonarias a importantes bancos e hizo tambalear el poder de Blatter.

Por Canal26

Lunes 1 de Junio de 2015 - 00:00

A Loretta Lynch no le asustan los grandes retos y no se esconde: en su primer mes en el cargo tuvo tres casos emblemáticos: la violencia racial en Baltimore, las multas multimillonarias contra los bancos más grandes de Estados Unidos y el escándalo de corrupción en la FIFA.

La fiscal estadounidense imputó el miércoles a 14 personas, nueve miembros o antiguos miembros de la FIFA y cinco dirigentes de empresas de marketing deportivo, por recibir sobornos millonarios desde la década de los años 90.

El pasado mes de noviembre Barack Obama la designó, en una polémica decisión, fiscal general en sustitución de Eric Holder. "Se ha pasado la vida luchando por la justicia y, desde su posición, se enfrentará a la corrupción", vaticinó el presidente de EEUU.

El Senado ratificó su nombramiento y Lynch se convirtió en la primera fiscal general afroamericana en la historia de EEUU. "Si una niña negra del sur puede llegar a ser fiscal general, cualquier cosa es posible", confesó tras jurar su cargo en abril. Una luchadora con una larga carrera que ha puesto en jaque a la FIFA.

Lynch se doctoró en 1984 en derecho en la prestigiosa Universidad de Harvard. Se sumergió en las leyes tras crecer en el seno de una familia ligada al movimiento por los derechos civiles en los EEUU. "Los acusados han violado la ley, habrá justicia", predica.

Lynch fue fiscal federal en el distrito Este de Nueva York durante un lustro supervisando casos de crimen organizado y corrupción, el punto de partido y el eje de la investigación que ha llevado a 14 altos cargos de la FIFA ante la justicia.


Una historia de sacrificio

Loretta nació en un hogar humilde del Sur de los Estados Unidos en el seno de la familia de un pastor protestante y de una madre que cosechaba algodón en el campo para mantener a sus hijos. “Yo coseché algodón para que vos no tuvieras que hacerlo y pudieras hacer otra cosa", dice que le dijo su madre.

Cuando era una adolescente asistió a una escuela donde la mayoría de sus compañeros eran blancos y le hicieron conocer la peor cara de la discriminación. A pesar de sus excelentes notas, no la reconocieron como abanderada por ser afroamericana.

Luego logró ingresar a Harvard, de donde egresó con honores. Sin embargo, el giro fundamental de su vida lo dio cuando decidió empezar a trabajar en el sector público. “Buscaba hacer algo que tuviera más sentido", explica.

Loretta Lynch se casó hace poco, en 2007. No tiene hijos propios, pero su marido tuvo dos en un matrimonio anterior.

Su constante lucha contra la corrupción le valieron el apodo de Magnolia de acero.