Un niño aborigen, cuyos padres se oponían a que fuera operado por los médicos hasta que intervino la Justicia, murió este jueves en la aldea guaraní de Pindó Poty, situada a 200 kilómetros de la capital misionera. El drama se agigantó 12 horas más tarde, cuando también falleció su hermanito menor.
Por Canal26
Viernes 2 de Junio de 2006 - 00:00
Con apenas 12 horas de diferencia murieron en una aldea Guaraní de la provincia de Misiones, dos hermanitos aborígenes, uno de ellos, Julián Acuña, de tres años, quien padecía una enfermedad al corazón, según informó el director Jurídico de la Dirección de Asuntos Guaraníes de la provincia, Mariano Antón.
Julián Acuña, era el niño aborígen que padecía una cardiopatía congénita y que ante la negativa de sus padres fuera intervenido por orden de la Justicia en el hospital Gutiérrez en agosto de 2005.
Según Antón, el deceso de Julián se produjo en la madrugada del jueves, mientras que su hermanito Agustín falleció cerca del mediodía del jueves, en la aldea de la comunidad Pindó Poty en el interior de Misiones, a unos 20 km de la frontera con el Brasil.
El caso de Julián Acuña había alcanzado trascendencia nacional el año pasado debido al conflicto que se suscitó en su momento por la negativa de sus padres a recurrir a las ciencias médicas para tratar la enfermedad.
Inclusive el caso motivó una reunión del consejo de ancianos de esa comunidad Guaraní, que resolvió descartar la intervención quirúrgica aconsejada por los médicos del hospital Ramón Madariaga y acudir a la medicina espiritual Guaraní.
Pero Julián finalmente fué operado tras una orden judicial expedida en agosto del año pasado por la jueza de familia Marta Alegre, quien ordenó la derivación al hospital Gutiérrez de Buenos Aires.
Según los médicos que operaron al niño "Mbyá", la intervención resultó exitosa, aunque habían advertido que podían aparecer nuevas complicaciones debido a problemas de tipo inmunológico, según se explicó en su momento.
Tras el período postoperatorio de rigor los médicos dieron de alta a Julián, pero este no pudo regresar de inmediato debido a una neumonía que agravó su estado de salud. Finalmente y tras experimentar una sensible mejoría, Julián, su madre y su pequeño hermanito que había nacido en el hospital Gutierrez, regresaron a la aldea Pindó Poty, donde lamentablemente murió.
Pero lo que extraña es la muerte de su hermanito Agustín, cuyo deceso fue informado por el Dr. Mariano Antón, de la Dirección de Asuntos Guaraníes de la provincia. El funcionario reveló que lamentó la muerte de Julián, "aunque no le sorprendió porque según los médicos era esperable".
"Pero lo que sí me sorprendió es la muerte de Agustín, porque cuando llegó de Buenos Aires la semana pasada estaba en perfecto estado de salud y no tenía ningún problema", añadió Antón, quien sugirió la posibilidad de realizar una autopsia, "pero la comunidad que es muy cerrada en ese sentido, se negó a practicarla", explicó.
Por su parte otra funcionaria de Asuntos Guaraníes, la licenciada Claudia Martinez, que viajó hasta la aldea Pindó Poty para asistir a la familia Acuña, manifestó a Télam que recién este viernes se conocerá la versión oficial de la comunidad, sobre las causas que motivaron la muerte de Agustín, "Ya que el cacique de la comunidad integrada por 25 familias -Alejandro Benítez-, es el único autorizado a hablar con los blancos y hoy estaba encargado del ritual del velatorio de los hermanitos Acuña", indicó la funcionaria.(Télam).
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