Peluquero "corredor" atrapó a un ladron que intentó robarle

Un peluquero que fue asaltado por un delincuente lo persiguió y consiguió atraparlo, pero para su decepción el malviviente fue liberado a las 24 horas.

"Nunca me imaginé que lo iban a largar enseguida", comentó decepcionado Daniel Blanco, de 32 años, un peluquero del barrio La Loma.

Blanco vio que el delincuente escapaba en bicicleta y no dudó en perseguirlo. Tras correrlo algunos metros se abalanzó sobre él y consiguió tirarlo al piso y reducirlo tras un forcejeo, para entregarlo a la Policía, pero en menos de 24 horas, por orden judicial, el sujeto quedó en libertad.

La Policía que llegó al lugar secuestró en poder del sospechoso varias prendas de vestir, dinero y elementos de peluquería que se había llevado del negocio sito en las calles 19 entre 33 y 34.

"Me sorprendió cuando yo estaba con un amigo. Simuló tener un arma en un bolsillo y nos encerró en el baño. La verdad es que me arriesgué, porque no sabía si realmente tenía un arma encima", relató Blanco.

"Estoy decepcionado -agregó-. Nunca pensé que, después de lo que me pasó, el tipo iba a estar tan poco tiempo en la comisaría".

El presunto asaltante se llama Juan Carlos Dorrego y se intentaba determinar si cuenta con antecedentes penales, informaron fuentes policiales. El sujeto tiene 36 años y vive en el complejo habitacional conocido como La Favela, en Tolosa.

Después de ser capturado, fue trasladado a la comisaría segunda donde permaneció demorado poco menos de 24 horas. Ayer a la tarde, el hombre recuperó su libertad por orden de la fiscal que investiga el caso, Leila Aguilar.

Según las fuentes consultadas, la fiscal, si bien imputó al acusado el delito de "tentativa de robo", habría optado por liberarlo al considerar que no pedirá su prisión preventiva debido a que se trata de un delito excarcelable.

La fiscal, en rigor, liberó al acusado al aplicar el artículo 161 del Código Procesal Penal bonaerense, que faculta al responsable del ministerio público a excarcelar de inmediato a un acusado cuando el delito que se le imputa así lo permite. En este caso, como el presunto ladrón no utilizó armas, el caso fue caratulado como un robo simple, al que además se lo consideró en grado de tentativa.