Ricardo Jaime, el hombre que viaja en un avión tan caro como misterioso
Ricardo Jaime, el secretario de Transporte de la Nación, se mueve en un estupendo Lear Jet 31 A para 8 pasajeros con matrícula norteamericana (N786YA), adquirido en Miami el 24 de diciembre pasado por poco más de 4 millones de dólares.
Según publicó el diario La Nación, este es el último enigma del controvertido funcionario cordobés que ocupa ese cargo desde la presidencia de Néstor Kirchner.
Habitué de los viajes, luego de la causa que el entonces fiscal Manuel Garrido le inició por el uso de un avión que alquilaban el empresario transportista Claudio Cirigliano y la empresa Aeropuertos Argentina 2000, halló velozmente un reemplazo para sus traslados.
Desde el sector aeronáutico hay dos preguntas que todavía nadie pudo dilucidas: ¿Por qué un secretario de Transporte argentino se mueve en un avión con matrícula norteamericana? ¿Quién es el dueño de la aeronave que usa todas las semanas como propia?
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Según datos de la administración Federal de Aviación de Estados Unidos, la nave fue fabricada en 2000 por la firma canadiense Bombardier y matriculada un año después por la firma Samsher Flight Management, una corporación constituida bajo las leyes del estado de Nevada.
Tras pasar por varios propietarios, el 24 de diciembre un comprador de nombre aún no confirmado decidió hacerse a sí mismo un regalo de Navidad y traerlo a la Argentina.
Ejecutivos del sector aeronáutico manifestaron que uno de los que estuvo averiguando sobre el avión en Fort Lauderdale, en el Estado de Florida, fue Manuel Vázquez, operador de la Secretaría de Transporte. Consultado por este matutino, Jaime no quiso efectuar comentarios.
El jet fue adquirido en 4.083.000 dólares en aquella víspera de Nochebuena por la firma Pegasus Equity Investments, radicada en Costa Rica, mediante un crédito de 3.483.000 dólares suministrado por la sociedad Elkrest Investments Limited, con domicilio en Tórtola, la principal de las Islas Vírgenes británicas.
En tanto, el 15% restante se pagó al contado. El asesor financiero de la operación fue el Banco de Utah, Estados Unidos. No hay, por otra parte, ningún registro en que figuren los nombres de los dueños: las acciones de las sociedades radicadas en este tipo de destinos son, comúnmente, al portador.